Robert Belleret, autor del libro Edith Piaf, vivir para cantar, explica sin embargo que en realidad nació en el hospital Tenon, muy cerca de allí.
“Al mismo tiempo es verdad que gracias a su voz casi sobrenatural esta niña de París, esta flor del asfalto, conquistó el planeta y todavía vibra en nuestras memorias”, asegura el biógrafo.
Las canciones de Piaf siguen vigentes y en las últimas semanas se escucharon en los homenajes a las víctimas de los atentados del 13 de noviembre.
Coincidiendo con el centenario de su nacimiento, igual que pasó hace dos años con los cincuenta años de su muerte (el 10 de octubre de 1963), se han publicado numerosos libros que recuerdan su carrera, sus amores y sobre todo las canciones de la Môme Piaf (“Pequeño gorrión” en francés) .
El libre de Belleret reproduce documentos oficiales, entre ellos el certificado de nacimiento, pero también carteles, cartas y artículos de periódico.
Piaf también protagoniza un libro de recuerdos de su amiga Ginou Richer (Piaf, mi amiga), una biografía escrita por Claude Fléouter (Edith Piaf, diez minutos de felicidad al día no están tan mal) y un libro con un centenar de cartas que escribió a su confidente Jacques Bourgeat entre 1936 y 1959 (Cartas al amigo de la sombra).