“La productora Audiovisuales Icaic ofrecerá un nuevo servicio cinematográfico a la producción extranjera, en este caso, para el filme estadounidense Transformers 5“, señaló en un comunicado.
Bajo la dirección de Michael Bay, el estudio Paramount Pictures eligió a La Habana -una ciudad envejecida y colorida a la vez- como escenario de la quinta entrega de su exitosa saga de ciencia ficción sobre los “autobots”.
Hace apenas dos semanas también fue escenario de las carreras espectaculares de Rápido y Furioso 8, de Universal Pictures.
Durante 12 días, los habaneros enfrentaron un inusual cierre de vías. El desfile de actores, grúas, camiones con equipos de filmación y hasta el sobrevuelo de un helicóptero, alteraron el paisaje tranquilo de mar y sol.
El rodaje coincidió con la primera pasarela de la casa francesa de modas Chanel en Latinoamérica. Los glamorosos modelos desfilaron por el Paseo del Prado de La Habana frente a un selecto grupo de invitados, incluido Vin Diesel, estrella de Rápido y Furioso.
En medio del asombro por semejante despliegue, surgieron voces que cuestionaron públicamente el beneficio de que la ciudad se convierta en plató de moda a la luz de la nueva era de relaciones con Estados Unidos.
“Todos saben lo que ganan Chanel y Hollywood al escoger La Habana, la ciudad detenida en el tiempo, con su destruida belleza; la capital prohibida donde se mezclan el art deco y la Guerra Fría. La pregunta es ¿qué ganamos nosotros?”, planteó el periodista Sergio Alejandro Gómez en su blog Medium.
Interrogante incómoda. Por ahora el Icaic no ha revelado cuánto recibe el Estado por estas superproducciones, pero ha señalado que los recursos irán a beneficio del cine local.
“Los servicios a la producción extranjera forman parte del trabajo habitual de la institución y tienen como objetivo ingresar divisas para el cine nacional e incrementar las oportunidades de empleo para los técnicos y artistas cubanos”, señaló el instituto oficial en el comunicado.
El Icaic explicó que el rodaje de Transformers 5 se realizará con “un pequeño equipo de filmación” y “no requerirá cierre de calles, por lo que no debe provocar interrupciones en la vida normal”.
Las secuencias habaneras de la próxima filmación “formarán parte de un montaje de tomas en grandes ciudades del mundo, a las que en posproducción se agregarán digitalmente los robots para mostrar cómo se han integrado a la vida en la Tierra”, detalló.
Después del acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, y su restablecimiento de relaciones el 20 de julio de 2015, la industria cinematográfica estadounidense puso sus ojos en la isla comunista.
El director Bob Yari fue el primero en romper el hielo, incluso antes de la reconciliación política, al filmar en el 2013 en Cuba su película Papa sobre la vida del escritor estadounidense Ernest Hemingway, con una autorización especial del Departamento del Tesoro. Fue la primera película extranjera en filmarse en 60 años.
