Ahora la presentará los domingos 8, 15, 22 y 29 de este mes, a las 11 horas, en el Teatro Las Máscaras, del Gran Tikal Futura, zona 11 de la capital. La admisión es de Q40 por persona.
El pasado jueves, Prensa Libre acompañó a los artistas en el ensayo de la obra. El cuento, lleno de color y magia, es un mensaje optimista y de esperanza. “No hay mejor lugar que el hogar”, citan las palabras finales de este cuento para niños, que le dan sentido a la aventura de Dorotea y su perro, Totó, en un país fantástico en el que personajes y situaciones simbolizan los obstáculos que deben atravesarse en la vida para lograr lo que se desea.
La aventura
La historia se desarrolla a principios del siglo XX, en Kansas. Una tormenta lleva a la niña Dorotea lejos de su casa, en la que vive con dos de sus tíos, a un lugar fantástico. Para regresar al hogar, ella debe llegar al palacio de esmeraldas y hablar con el Mago de Oz.
Brujas y otros personajes harán difícil el viaje, pero encontrará ayuda en un espantapájaros, un hombre de hojalata y un león cobarde, que la acompañan al palacio de Oz, para pedir lo que a cada uno le hace falta: regresar al hogar, inteligencia, un corazón y coraje, respectivamente.
La obra infantil El Mago de Oz . (Foto Prensa Libre: Edwin Castro)
Estrellita
Dorotea es interpretada por Marcela Recinos, de 8 años, que estudia segundo primaria. Este año empezó a estudiar teatro y esta es su primera experiencia. “Bailo, canto, me divierto. Cuando entro a escena me siento feliz”, manifiesta.
Bravo explica que ofrecen un espectáculo con efectos digitales, sonido, proyecciones, coreografías y canciones.
Mensaje
La obra no es solo diversión. “Dorotea, una niña huérfana, enseña que se puede ser feliz, dar amor y paz y que el hogar es donde se aprenden y practican valores, aun cuando en el mundo hay envidia, egoísmo y maldad”, dice Bravo. Por eso la niña no olvida el consejo del hada Glinda para dejar el país de Oz: “Golpea tus talones y repite: No hay lugar mejor que el hogar”.
La obra infantil El Mago de Oz . (Foto Prensa Libre: Edwin Castro)