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La estrella aprovechó la oportunidad para manifestarse a favor de la diversidad social, étnica y cultural, y aseguró que los estereotipos limitan el mundo. Dijo que desea “con todo el corazón” que el mundo se dé cuenta de su diversidad y acabe con los prejuicios y los estereotipos porque “nos están limitando”. “Tenemos la idea de que por formar parte de cierta clase social no puedes aspirar a algo más y a veces la misma sociedad te lo va recalcando: no tienes el físico, no das el perfil, el apellido no te ayuda y no puedes aspirar algo más”, expresó Aparicio.
La joven, de ascendencia indígena y oriunda del sureño estado de Oaxaca, uno de los más pobres de México, indicó que la solución al problema empieza en la aceptación y valoración de uno mismo y reconoció sentirse “orgullosa” de quien es. “A veces uno está tan aislado en su burbuja que crees que no hay personas que se parecen a ti”, agregó durante el acto en el que recibió el reconocimiento por parte de la Alcaldía capitalina por su capacidad de superación.
Roma, que se alzó con tres Oscar el pasado febrero, entre ellos el premio a la mejor película extranjera, es una de las películas que se exhiben hasta el martes en el Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF). A través de sus redes sociales, la actriz se mostró muy emocionada por ser parte del evento y conocer el país.
Antes de darle vida a la empleada doméstica de origen mitxeco que trabaja para una familia de clase media-alta en el México de inicios de los años setenta en la obra autobiográfica de Cuarón, la joven de 25 años se desenvolvía como maestra de preescolar, por lo que ha pasado de llevar una vida modesta a convertirse en una estrella mundial que protagoniza portadas y es reclamada en infinidad de eventos. “Todo este éxito no me lo imaginaba jamás. De pequeña no se me ocurrió poder ser actriz. Empecé con este proyecto porque solamente quería homenajear a mi mamá por su trabajo”, reconoció la actriz.