Su muerte no hizo más que agrandar la leyenda del músico que lideraba Nirvana que, con apenas tres álbumes publicados, había logrado ser la gran banda del grunge, aquel estilo surgido en Seattle y que marcó el final de la década de 1980 y el principio de la década de 1990.
Su adicción a las drogas, los problemas de salud o en su matrimonio con Courtney Love –con la que tuvo una hija, Frances Bean, en 1992- y la presión de la fama, pudieron con Cobain, que nunca había llegado a superar el divorcio de sus padres, y que apenas un mes antes ya había intentado suicidarse en un hotel de Roma durante la gira europea.
“El doctor Baker dice que, como Hamlet, debo elegir entre la vida y la muerte. He elegido la muerte”, dejó escrito en una nota en aquella ocasión, antes de una sobredosis que el 4 de marzo lo dejó en coma durante 20 horas. A la vuelta a Estados Unidos, Cobain fue ingresado en una clínica de desintoxicación, de la que escapó a los pocos días.
El fulgurante éxito de Nirvana
Aquel primer intento de suicidio ocurrió durante la que, a la postre, sería la última gira de Nirvana, un tour europeo en el que actuaron por última vez el 1 de marzo en la ciudad alemana de Munich, concierto tras el que Cobain fue diagnosticado con bronquitis y laringitis severa.
Después de debutar en 1989 con el álbum Bleach, Nirvana -banda que Kurt Cobain formaba junto a Krist Novoselic y Dave Grohl, que se unió en 1990- alcanzaron el éxito absoluto apenas dos años después con su segundo trabajo, Nevermind, que incluía la canción más conocida de Nirvana, Smells Like Teen Spirit, y otros como Come As You Are o Lithium.
Nevermind, con su icónica portada del bebé bajo el agua, considerada una de las más célebres de la historia del rock, situó a Nirvana como la banda principal del grunge y a Cobain como la voz de la Generación X.
Dos años más tarde, en 1993 publicaron In Utero, tercer y último álbum de estudio de Kurt Cobain como líder de Nirvana. A finales de aquel año se grabó el MTV Unplugged, álbum acústico lanzado en 1994 meses después de la muerte de Cobain, y que ganó un premio Grammy al mejor trabajo de música alternativa.
Homenaje ilustrado a Cobain
Kurt Cobain. Una biografía es el homenaje al legado del líder de Nirvana en forma de libro ilustrado por David M. Buisán y escrito por David Aceituno, en el que hacen un repaso a los episodios más destacados de la vida del artista, partiendo del conocido retrato de Cobain como genio atormentado que se extendió tras su muerte.
“Hace años que no me emociono con nada; me siento culpable desde hace mucho tiempo”, dejó escrito Kurt Cobain en una nota póstuma dirigida a su hija Frances y su esposa Courtney Love.
El divorcio de sus padres había marcado a Kurt Cobain hasta tal punto que creció como un adolescente conflictivo que buscó la evasión en las drogas, a la vez que mostraba interés por el cine, los cómics y la música, y un gran talento para el dibujo y como músico.
La biografía ilustrada indaga en la vida, compleja y fascinante, llena de altibajos, de un artista que dejó una huella imborrable en toda una generación y que, pese a su corta carrera, es sin duda uno de los músicos más influyentes del siglo XX.
Un recorrido que refleja cómo influyó en Cobain el peso de la fama, y el difícil equilibrio mental cuando una sensibilidad extraordinaria se enfrenta al gran éxito, la presión y la prensa. Un repaso a la vida de una leyenda que supo capturar la esencia de una generación que no encontraba su lugar en el mundo y que un cuarto siglo después sigue huérfana del mito del grunge.