Severamente vestido con traje y corbata, Santos, que acababa de tener una última jornada en Noruega de entrevistas políticas tras recibir el sábado el Nobel de la paz, asistió al concierto divertido y emocionado, sobre todo cuando habló Juanes entre su interpretación de A Dios le pido y luego Fuego o La camisa negra.
“Quiero felicitar al presidente Santos. Esto es un sueño, es difícil, pero lo merecemos”, dijo el cantautor, que había admitido horas antes en conferencia de prensa que, salvo él, su familia estuvo en contra del proceso de paz intentado por el presidente de su país.
Juanes invitó a Santos a subir al escenario del Telenor Arena, repleto de miles de personas poco habituadas a un acontecimiento de tal magnitud.
“Estoy un poco nervioso -dijo el presidente colombiano- No todos los días se recibe el Nobel de la paz”. Luego rindió lógico homenaje a los “músicos, Sting, Juanes y los demás, que son promotores de la paz” .
“Juanes -prosiguió Santos- está aquí, es un privilegio. Fue uno de los compañeros en la senda de la paz”, recordó, aludiendo a los numerosos opositores al acuerdo entre el gobierno y la guerrilla de las FARC. Y se refirió entre los afines a “Miguel Bosé (cantante y compositor español), promotor de paz sin fronteras”.