En respuesta a preguntas de la AFP, la Academia se limitó a afirmar que “trata todas las denuncias de manera confidencial para proteger a todas las partes”.
“La Comisión de miembros examina todas las denuncias contra miembros de la Academia en función de nuestras reglas de conducta, y tras este examen somete sus conclusiones al Consejo de gobernadores”, precisó en su declaración.
Bailey, director de fotografía de 75 años, fue nombrado a la cabeza de la institución en agosto de 2017 por un periodo de cuatro años.
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Su hasta ahora breve mandato ha sido marcado por el surgimiento del movimiento #MeToo, iniciado por la actriz Alyssa Milano y que se volvió mundial enfatizando las denuncias de abuso sexual.
Harvey Weinstein, cuyo estudio Miramax estuvo detrás de las taquilleras Shakespeare enamorado y Pulp Fiction, fue expulsado de la Academia en octubre pasado tras ser acusado por decenas de mujeres de acoso y abuso sexual.
En febrero último, durante un almuerzo con los nominados de este año al Óscar, Bailey prometió que en la Academia “hay una mayor toma de conciencia y responsabilidad para equilibrar género, raza, etnias y religión”, así como “pulverizar en el olvido” los “peores abusos” de Hollywood.
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John Bailey sucedió a Chreyl Boone Isaacs, que condujo los esfuerzos por reformar la Academia y abrirla a las minorías étnicas tras la campaña #OscarsSoWhite contra la discriminación racial en los Óscar.
La filmografía de Bailey comprende 84 títulos, entre ellos American Gigolo.
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