Escenario
Joaquín Orellana: “No es fácil encontrar la difícil sencillez”
El maestro Joaquín Orellana presenta su nuevo proyecto literario "Cantos de exaltación a la Marimba", en el cual dedica una serie de poemas al instrumento nacional.
En entrevista con Joaquín Orellana se abordó su evolución sonora y obras literarias. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández Ovalle)
En el interior del Centro Cultural “Miguel Ángel Asturias” en una de las cabinas de radio ubicadas en el teatro, el maestro Joaquín Orellana nos esperaba para hablar sobre su nueva publicación.
Con una introducción sobre su vida y su trayectoria el maestro Orellana abordó sus inicios tanto en la música como en la literatura, haciendo la firme aclaración de: “Yo no soy escritor; escribo, pero no soy escritor”.
Aunque el maestro Orellana asegura que no es escritor, su involucramiento con las letras comenzó desde una edad muy temprana. Comenzó a leer a los nueve años, gracias a una pequeña biblioteca que pertenecía a su abuelo Agustín Orellana, lo que le brindó mucha información y preparación en este arte literario. Sin embargo, en su vida fue la música la que fue ganando terreno, porque para él la música “es el arte más abstracto que hay”.
Su evolución artística la describe como un proceso de inicios y llegadas, y toma cada una de sus obras como este proceso desde que inició en 1959 con Exorcismo para piano, hasta Efluvios y puntos publicada en 2019.
Dentro de su conceptualización creativa, sus estudios en el Instituto Torcuato Di Tella fueron muy influyentes, ya que le permitió concebir la música de un modo más amplio. “Aprendí de lo que yo tenía que conceptuar a nivel musical y filosófico y de allí salieron estos ‘Cantos de exaltación a la marimba’, no fue algo antojadizo”, comentó.
Sobre Cantos de exaltación a la Marimba
“Yo creo que una exaltación a nivel poético, a nivel filosófico y a nivel humano, da una imagen de la marimba, no solo de que suena bonito, sino ella —la marimba — como como la gran poeta sonora, la gran poetisa sonora de Guatemala. Este libro es esa exaltación a nivel poético y a nivel filosófico”, comentó Orellana cuando se le preguntó sobre este trabajo literario, publicado inicialmente por Editorial Los Zopilotes en 2019.
Sin embargo, estos poemas fueron escritos entre 1980 y 1982 y según las palabras de Orellana, fueron engavetados en su taller hasta que fueron encontrados accidentalmente por un amigo.
El libro se compone por tres secciones: Hormigo, Marimbas en venta, y Marimba hacia adentro, lo que Orellana describe como “escenas diferentes porque la marimba se proyecta en muchos ambientes y en muchos lugares”.
Con esta nueva publicación, Joaquín Orellana espera que el libro trasmita un mensaje que llegue a los músicos, escritores y guatemaltecos en general, para que ellos puedan entender a la marimba como un instrumento que está sonando por todos lados.
Orellana no quiere ser percibido como un “poeta ocasional”, “estos Cantos de exaltación a la Marimba, nunca los escribí con el afán de figurar ni de decir que yo también soy poeta”, comentó. Sin embargo, otros escritores y artistas sí lo han considerado como tal. Así lo hizo Julio Serrano Echeverría, por ejemplo, cuando en la dedicatoria de su libro Estado de la materia, le dedicó las palabras: “Para Joaquín Orellana uno de los poetas más grandes de este tiempo, pero que se hace loco”; ya que él siempre ha sido muy cauteloso en no irrumpir en campos de estudio en los que él no tiene un conocimiento teórico.
Sin embargo, su amor por la marimba fue plasmada en este nuevo libro y expresó que lo que más le brindó satisfacción de este proceso de escritura fue que su mente le hiciera el “gran favor” de acertar “porque no es fácil verter un concepto profundo en una poesía sencilla que les hable a todos, no es fácil encontrar la difícil sencillez”, expresó.
Orellana finalizó agradeciendo a Prensa Libre, Editorial Piedrasanta, Irene Piedrasanta, Vania Vargas, Ethel Batres y a todos los que lo han apoyado a difundir sus obras. “El arte tiene una naturaleza de diálogo: uno es el emisor, y los oyentes o los lectores son los receptores. Pero los receptores no son pasivos cuando se acercan a una obra de arte, un concierto o un libro, lo hacen porque son artistas potenciales”, concluyó.