“Un matrimonio excepcionalmente efímero había estallado, estaba desempleada, era una madre sola, y tan pobre como es posible serlo en el Reino Unido, aunque sin carecer de un techo”, dijo en aquel discurso en junio de 2008.
Veinte años después de la aparición de Harry Potter y la piedra filosofal, que inspiró a una generación de jóvenes lectores -y a sus padres-, es difícil imaginar a Rowling antes de su célebre carrera literaria.
Pero su prolongada dedicación a las causas benéficas es un eco de los días duros de esta autora que se licenció en francés y lenguas clásicas por la Universidad de Exeter y acabó necesitando ayudas sociales del Estado mientras los editores le rechazaban una y otra vez su manuscrito.
Los libros de Harry Potter se han traducido a 79 idiomas y convertido en 8 películas, y en una producción teatral en Londres que se estrenará en Nueva York el año que viene.
Rowling tiene una fortuna estimada de US$820 millones, según la lista de los más ricos del Sunday Times.
Tal riqueza le debía parecer inconcebible a comienzos de los noventa, cuando trabajó como profesora de inglés en la ciudad portuguesa de Oporto.
Pasaba su tiempo libre escribiendo borradores del cuento mágico, pero en 1993 se separó de su marido y dejó el país con su hija de cuatro meses de edad.
Rowling continuó trabajando en Harry Potter en Edimburgo, en una vieja silla de roble en su vivienda social o en un café, The Elephant House, que hoy visitan miles y miles de admiradores. Tal es el gancho de la propia historia de la autora, que la vieja silla en la que se sentaba se vendió por US$394 mil en una subasta en Nueva York el año pasado.
‘Imagina mejor’
Después de haber estado escribiendo libros desde los 6 años -su primera incursión es una historia sobre un conejo- Rowling, hoy de 51, no muestra signos de desfallecer.
Coescribió la obra de teatro Harry Potter y el niño maldito junto al director John Tiffany, que muestra al niño mago como un padre adulto de tres hijos.
Su debut como guionista llegó en 2016 con Animales fantásticos y dónde encontrarlos, una adaptación de su libro de 2001 sobre criaturas mágicas.
Rowling sigue siendo una figura pública mayoritariamente venerada en el Reino Unido -aunque también hay quienes la detestan por su oposición a la independencia de Escocia o al Brexit.
En 2012 participó en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, con la lectura de un fragmento de Peter Pan, de J.M. Barrie. Ese mismo año fue condecorada por la reina Isabel II de Inglaterra.
Rowling es además paladín de las causas sociales. “No necesitamos magia para cambiar el mundo, ya tenemos dentro nuestro todo el poder que necesitamos, del poder de imaginar mejor”, dijo en 2008.
“Cases of sexual abuse in orphanages rarely come to light.” Read the report: https://t.co/Onx0OSGmSC #Haiti pic.twitter.com/lD2VcPzZaT
— Lumos (@lumos) June 23, 2017