El estreno del filme estaba previsto para mayo de ese año, pero complicaciones en la producción como el fallecimiento de Carrie Fisher, quien interpretó a la Princesa Leia, y el hecho de que la productora Lucasfilm ha despedido a varios directores en diferentes puntos de sus producciones por desacuerdos con su visión creativa complicó los planes.
Medios de Hollywood, Los Ángeles, California, EE.UU., señalaron que fue en la reelaboración de la historia cuando surgieron diferencias creativas entre Colin Trevorrow, director de Jurassic World, y los directivos de Disney y Lucasfilm.
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Trevorrow había sido seleccionado para dirigir el episodio IX, sin embargo, esos inconvenientes regresaron a Abrams al mando del proyecto, pues siempre mantuvo buena relación con la productora Kathleen Kennedy y el guionista Lawrence Kasdan, con quienes escribió el comienzo esta última trilogía que empezó con el episodio VII.
El tiempo era el correcto para Abrams, pues no había un proyecto cinematográfico en su futuro inmediato; aunque a mediano plazo tiene pensado trabajar en la próxima entrega de la saga Misión: Imposible, que supervisa desde que dirigió su tercera parte.
En el horizonte también se ven series de televisión como Westworld y Castle Rock, sobre el universo de Stephen King.
La buena noticia para los fanáticos de Star Wars es que el episodio VIII, dirigido por Rian Johnson se estrenará el 15 de diciembre próximo y estará protagonizado por Carrie Fisher (Leia Organa), Mark Hamill (Luke Skywalker), Adam Driver (Kylo Ren) y Daisy Ridley (Rey), entre otros.