Cifras consolidadas de la firma especializada Exhibitor Relations indicaron que la cinta de Andy Muschietti sumó más de 60,1 millones de dólares el fin de semana y en total durante las dos semanas que lleva en cartelera, 218,8 millones de dólares.
Y aunque innumerables películas y series de televisión se han aprovechado de la llamada coulrofobia —o miedo de los payasos—, esta fobia asociada al entretenimiento no es probablemente culpa de Hollywood.
Alexandra Hamlet, psicóloga clínica del Child Mind Institute en Nueva York, dijo que buena parte del miedo viene de un fenómeno llamado “valle inquietante”.
Desarrollada por un profesor japonés de robótica en 1970, la hipótesis sostiene que las réplicas antropomórficas que se acercan en exceso a la apariencia y comportamiento humano generan rechazo.
“Piensa en que los personajes que son más cercanos al ser humano, sin mucho cambio facial, son los que más miedo dan”, dijo Hamlet.
Confusión de emociones
La psicóloga, que se especializa en evaluar y tratar desórdenes de humor y ansiedad, dijo que en su trabajo indicó que hay un vínculo cercano entre la excitación y el miedo.
Mientras que el miedo a los payasos es un fenómeno innegable, Hamlet cree que mucho de este miedo es una calificación errada de sus emociones.
Así que el aumento del ritmo cardíaco, la tensión de los músculos, dilatación de pupilas y enrojecimiento de las mejillas al ver al payaso Pennywise en la gran pantalla es más excitación que miedo.
“Mucha de esta gente puede ver a Ronald McDonald”, el payaso de la reconocida cadena de restaurantes, indicó la experta.
“Lo que están experimentando es la combinación de incomodidad con no poder leer expresión facial, sumado a que Stephen King hace un excelente trabajo asustándonos a todos”.
Los psicólogos creen que el miedo a los payasos data de los bufones de la corte inglesa en el siglo XVI.
Aunque Hamlet cree que la primera versión de It de 1990, con Tim Curry como Pennywise, expandió la fobia.
La experta indicó que comenzó a interesarse en la coulrofobia el año pasado con una oleada de supuestos aterradores payasos en la vida real.
Se reportó por ejemplo que en Carolina del Sur gente vestida de payasos que intentaban llevar a niños a los bosques.
Las apariciones pronto se extendieron por más de 20 estados llevando a denuncias, que terminaban siendo bromas o amenazas no verificadas, aunque la policía hizo varios arrestos.
Esta locura se extendió por Europa, América del Sur y Australia, desatando otro inconveniente para la comunidad de payasos.
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“No maten al mensajero”
Con la salida de It, la Asociación Mundial de Payasos hizo un llamado a sus miembros a que fueran respetuosos de la ley e insistió en que Pennywise “no es un payaso de verdad”.
“Están tomando algo inocente y sano y pervirtiéndolo para crear miedo a una audiencia”, dijo la Asociación.
King se negó a aceptar la culpa de esta imagen de los payasos.
En un tuit dijo en abril: “la mayoría son geniales, PERO… los niños siempre han tenido miedo de los payasos. No maten al mensajero por el mensaje”.
The clowns are pissed at me. Sorry, most are great. BUT…kids have always been scared of clowns. Don't kill the messengers for the message.
— Stephen King (@StephenKing) April 10, 2017
Con todo, It opacó los estrenos del filme de acción Asesino: Misión Venganza, que debutó con casi 15 millones de dólares, y de Mother! de Darren Aronofsky, con 7,5 millones.
“Creo que el rostro de un payaso, que disfraza totalmente al ser humano tras el maquillaje es lo que da miedo. Creo que tener cara [pintada de] blanca en general… es una cosa muy espeluznante”, dijo Jason Blum, productor de una de varias de las más icónicas películas de horror de los últimos 20 años.
Es un miedo traducido en taquilla.
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