El último Rey (Planeta, 2021), de la periodista argentina Olga Wornat, revela el lado humano y frágil del “Charro de Huentitán”, internado desde agosto en un hospital de Guadalajara (Jalisco, oeste) tras una caída en su rancho Los Tres Potrillos.
La escritora reconstruye por primera vez el rapto en 1998 de Vicente Fernández Junior a manos de la banda “Los Mochadedos” y sus 121 días de cautiverio.
“Fue el episodio que a Vicente padre lo devastó y pudo destrozarlo. Él nunca dejó de cantar, pero lo hacía llorando y cuando llegaba a su hotel se derrumbaba”, dice a la AFP Wornat en entrevista por videollamada.
Mientras “Chente” se postraba en un escenario para cantarle a su público “hasta que dejara de aplaudir” sufría en silencio esa tragedia familiar, a la que se suman una vida ausente como padre e infidelidades a su esposa Cuquita, según la publicación.
Además el libro revela relaciones “oscuras” entre Gerardo Fernández, el segundo de tres hijos varones, con el capo del famoso cártel de Sinaloa Ignacio “Nacho” Coronel y su presunta responsabilidad en el secuestro de su hermano Vicente.
“Vicente Junior sigue sospechando que su hermano lo mandó secuestrar o participó en el secuestro”, afirma Wornat que basó su relato en testimonios de familiares y amigos.
Vida “llena de laberintos”
La autora, quien escribió la biografía del ídolo inspirada por su madre, amante de su música, describe las duras pruebas personales y profesionales a las que se sometió Fernández para convertirse en uno de los máximos representantes de la cultura popular mexicana.
“Quería contar qué había detrás del último ídolo de México (…) el que sobrevivió a todo”, señala.
Nacido el 17 de febrero de 1940 en Huentitán el Alto (Jalisco), de padre ranchero y madre ama de casa, Fernández se hizo parte de la memoria colectiva mexicana con canciones como Por tu maldito amor y Volver, volver.
En más de cinco décadas de carrera, su música ha acompañado a varias generaciones dentro y fuera de México en todo tipo de festejos.
Durante ese tiempo también obtuvo múltiples galardones y reconocimientos, incluidos tres Grammy y ocho Latin Grammy.
En contraste con una vida de éxitos, Fernández ha lidiado con padecimientos de salud y diversos escándalos personales durante la última década.
“Mientras había un Vicente que aparecía en los escenarios, vestido de charro, con esa postura de macho bravío, detrás de él existía esta cosa tan llena de laberintos”, dice Wornat.
En opinión de la periodista, el “gran heredero musical” de Chente es su afamado hijo Alejandro Fernández, pero quien se quedará con una fortuna “incalculable” será Gerardo Fernández.
“El día que Vicente padre no esté más, no va a haber posibilidad de unión en esa familia”, sentencia.