Antes que él, la escena musical fue tomada por otros personajes con apariencia andrógina —sus rasgos externos no se corresponden con los propios de su sexo—.
Causan confusión
En la década de 1970, con leotardo y maquillaje futurista apareció David Bowie y su álter ego Ziggy Stardust, una de sus constantes innovaciones.
En esos años, Steven Tyler, vocalista de Aerosmith, también llamó la atención por su apariencia, que dejaba en duda su sexualidad.
Ya en la década de 1980 apareció Boy George, de Culture Club, cuyos rasgos femeninos se complementaron con prendas de mujer. Su canción Karma Chamaleon refleja esa ambivalencia de sexos.
Prince se une a la lista de artistas ochenteros que se valieron de su apariencia afeminada para promocionarse.
En la actualidad Bill Kaulitz, de Tokio Hotel, juega con su sexualidad al lucir un look totalmente andrógino, lo que llama la atención de chicas y chicos por igual.