“The Quarrymen”, el grupo que podría considerarse como la prehistoria de The Beatles, interpretaba clásicos del rock and roll y temas de Skiffle, un ritmo que mezclaba la música folk con el blues típico de la parte sur de Estados Unidos.
Lennon, líder de la banda, intepretó clásicos de la época, como Be Bop A Lula, Come And Go With Me y Maggie May. Entre el público se encontraba otro adolescente que también vibraba con la música. Su nombre, Paul McCartney.
Ivan Vaughan, amigo de ambos y uno de los espectadores, fue clave para que Lennon y McCartney se conocieran, al presentarlos.
En la casa de Paul, su padre tocaba la trompeta y había un piano. Los jóvenes habían vivido situaciones difíciles: la pérdida de sus madres. La música fue una suerte de refugio.
McCartney sacó su guitarra y tocó algunos clásicos de la época. Lennon quedó maravillado con las habilidades de Paul, quien, además de ser zurdo, conocía las letras a la perfección, los acordes justos y sabía afinar las guitarras. Hizo una demostración de destreza y tocó velozmente Twenty flight rock (de Eddie Cochran).
A las pocas semanas, McCartney se unió a los Quarrymen y meses después otro joven guitarrista llamado George Harrison se integraría a la banda.
Tras presentarse como “The Quarrymen”, “Johnny And the Moondogs” o como el duo “The Nurk Twins” el grupo tomaría un nuevo nombre, el cual quedó inmortalizado en la historia de la música: The Beatles.