Sin haber despertado del coma, en marzo fue llevada a un centro de rehabilitación.
“A pesar de la gran atención médica que ha recibido en muchos centros, su condición sigue deteriorándose”, explicó su tía Pat Houston en un comunicado enviado a la prensa estadounidense.
Ante esta situación, su familia ha optado por trasladarla a “un hospital de enfermos terminales”, donde recibirá tratamientos paliativos.
“Agradecemos a todos el apoyo y las oraciones. Está en manos de Dios”, afirmó la tía de la joven.
El desenlace de Bobbi Kristina se asemeja mucho a las condiciones en las que falleció su madre el 11 de febrero del 2012, un día antes de la gala de los Grammy.
La cantante, de 48 años, fue hallada boca abajo en la bañera de la habitación de un hotel de Los Ángeles tras sufrir una sobredosis de drogas, alcohol y medicamentos.
Tras la muerte de la artista, Bobbi Kristina quedó al cuidado de su abuela Cissy Houston y mantuvo una comunicación intermitente con su padre, quien tuvo una tormentosa relación con la cantante.