El medio Infobae informó que contra todo pronóstico, Stone superó la arriesgada cirugía de la que sólo había 1% de probabilidades de salir con vida.
Aunque ha tenido pequeñas participaciones en producciones como Bobby, The New Pope y The Practic, la trayectoria de la actriz se vio duramente afectada por el derrame.
Sin embargo, esta experiencia también hizo que la actriz viera la vida con otros ojos, pues ha asegurado que dejó de sentir miedo por la muerte donde, al parecer, le esperaban sus amigos que ya fallecieron.
“Mi derrame me dejó una intensa sensación de paz. Hoy puedo decir que he conocido la muerte muy de cerca. En aquellos momentos sentí que mis amigos fallecidos venían a buscarme, y eso eliminó todo rastro de miedo. Perdí el pánico a intentar cualquier cosa”, externó la actriz de 65 años a la revista Harper Bazaar.
Agregó: “Cuando experimentas algo así, aprendes que nada en la vida es realmente importante y entiendes que el fracaso es tan sólo el comienzo del éxito”.
Aunque dice ya no sentir un miedo real a la muerte, la actriz sí ha visto el paso del tiempo en su rostro con cierto pesar, ya que ahora no es aquella sensual diva del cine que dejó al público atónito con la cinta Bajos Instintos.
“Cuando empiezas a hacerte mayor, aceptarte a ti misma requiere un esfuerzo. Pero es necesario hacerlo. Envejecer no siempre es fácil. Imagina ver cómo tu cara se va yendo por el desagüe”, afirmó.
El derrame cerebral que sufrió Sharon causó estragos en su vida profesional, declarando a The Hollywood Reporter en 2023 que nunca volvió a trabajar de la misma manera.
“Me recuperé durante siete años, y desde entonces no he vuelto a tener trabajo. Cuando me pasó por primera vez, no quería decírselo a nadie porque sabes que si algo te va mal, estás fuera. Algo me salió mal: llevo 20 años sin trabajar. No he tenido trabajo. Fui una gran estrella de cine en un momento de mi vida”, recordó Stone en su momento. Sin embargo, el rechazo de la industria la hecho incursionar en otra de sus grandes pasiones: la pintura.
Este arte se convirtió en mucho más que un hobby, pues supuso una terapia espiritual para Sharon, además de una labor genuina que el pasado marzo tuvo su primera exposición en una galería.