El sitio elegido para la construcción es actualmente un estacionamiento de la ciudad a orillas del lago Michigan.
Chicago atrajo a Lucas en el 2014, luego de que la ciudad de San Francisco rechazara el proyecto, pero no mucho más tarde comenzaron los problemas también en la “ciudad de los vientos” (Windy City).
El grupo Amigos de los parques argumentó que la ciudad no tiene autoridad para entregar propiedad pública para uso de una institución privada y la justicia encontró mérito en el reclamo.
Los intentos de alcanzar un acuerdo entre las partes se estancaron, llevando a Lucas a poner fin a su plan de instalar su museo en Chicago.
Minutos después del anuncio de Lucas, el alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, emitió un comunicado lamentando la pérdida de “un regalo equivalente a unos US$1.500 millones”.
El grupo Amigos de los parques no respondió en lo inmediato a una solicitud de comentarios al respecto.