Mercury, que nació el 5 de septiembre de 1946 en la isla de Zanzíbar y murió el 24 de noviembre de 1991 en Londres.
Fue bautizado como Farrokh Bulsara, diseñó para sí mismo una imagen con la que le dio la vuelta al mundo como la cara más visible de Queen. Su capacidad camaleónica, su potente voz, su comunión con el público en las presentaciones en vivo y su distintivo bigote son un sello indeleble en la historia del rock.
Bombay-Londres
Hijo de Bomi y Jer Bulsara, Freddie Mercury nunca ocultó su origen parsi: se sentía orgulloso de su ascendencia persa y era seguidor de la religión de Zoroastro. Cuando cumplió los 8 años, fue enviado a un internado cerca de Bombay (India).
Allí comenzó su romance con la música al formar parte de bandas en las que tocaba el piano, algo de guitarra y, por supuesto, cantaba. “Cuando era pequeño en el coro en India amaba cantar. Entonces me di cuenta de que podía escribir canciones y hacer mi propia música”, declaró alguna vez en una entrevista a las que tenía reticencia.
Freddie Mercury 5/9/1946 – 24/11/1991https://t.co/ZXJP3kIGZv pic.twitter.com/B8qvjIrARn
— Queen (@QueenWillRock) November 24, 2015
Después de terminar sus estudios, Mercury se mudó con su familia a Inglaterra, donde con menos de 20 años comenzó a estudiar diseño gráfico. Alternó varios trabajos con participaciones en bandas que nunca lograron cuajar, hasta que a mediados de 1970 conoció al guitarrista Brian May y al bajista Roger Taylor, con quienes formaron, junto al bajista John Deacon, la todopoderosa Queen, que según estimaciones ha vendido cerca de 300 millones de álbumes en el planeta.
Al frente de Queen, Mercury no solo desarrolló su capacidad como compositor (es el creador de himnos como Bohemian Rhapsody, We Are The Champions, Crazy Little Thing Called Love, entre otras) sino que además dio rienda suelta a su calidad de hombre-espectáculo. David Bowie, otro icono de la música, dijo alguna vez que Freddie “podía tener a su audiencia en la palma de la mano”.
Y así lo comprobaron millones de seguidores en los cinco continentes. Casi que hipnotizados, asistían a los conciertos en los que Mercury dejaba correr su camaleónica personalidad: estremecía al público cuando se sentaba al frente del piano para interpretar baladas como Save Me y luego los sacudía cuando entonaba temas como We Will Rock You. “Quiero que la gente se vaya de un show de Queen totalmente entretenida, habiendo pasado un buen momento”, apuntó casi al final de su carrera.
Como solista, Mercury grabó dos álbumes: Mr. Bad Guy (1985) y Barcelona (1988), este último lo grabó junto a la cantante de ópera Montserrat Caballé, y del cual salió el sencillo del mismo nombre que fue el himno de los Juegos Olímpicos de 1992 que se celebraron en la ciudad catalana española.
(Foto Prensa Libre: EFE)
El show debe seguir
La vida personal de Mercury estuvo marcada por un controvertido halo de silencio. En la década de 1970, el cantante inició una relación con Mary Austin, amiga del guitarrista Brian May. Después de seis años juntos, la pareja decidió separarse y los rumores sobre la homosexualidad de Mercury se acrecentaron.
En 1985 se conoció que compartía su vida con el peluquero Jim Hutton con quien vivió hasta sus últimos días y quien en un libro reveló que el cantante fue diagnosticado de sida en 1987. Sin embargo, fue solo hasta el 22 de noviembre de 1991 que Mercury hizo pública su enfermedad en una carta a la prensa.
“Siguiendo la enorme conjetura de la prensa de las últimas dos semanas, es mi deseo confirmar que padezco sida. Sentí que era correcto mantener esta información en privado hasta el día de la fecha para proteger la privacidad de los que me rodean. Sin embargo, ha llegado la hora de que mis amigos y seguidores conozcan la verdad”, señaló en el comunicado. Dos días después Mercury murió a los 45 años de edad.
El golpe sacudió al mundo de la música que lloró la partida de una de las voces más singulares del rock. Un mítico concierto en Wembley, ya sin él, Queen interpretó sus éxitos junto a estrellas como Robert Plant, Roger Daltrey, Elton John, Metallica, Seal, David Bowie, Annie Lennox, Guns N’ Roses, George Michael y Liza Minnelli. Fue allí donde el público tuvo la oportunidad de honrar a uno de los mejores hombres-espectáculos, a un icono que no podrá desaparecer, a un hombre que a pesar de haber muerto es inmortal.
Escuche algunos éxitos de Queen.