Su cuerpo está siendo velado a partir de este sábado 26 en las Capillas del Recuerdo y mañana, domingo 27, será el entierro a las 9:30 horas en el Cementerio Las Flores.
La historia de Mauro López con el arte comenzó desde la niñez . En entrevistas previas compartió que uno de los primeros papeles con que comenzó fue con papel kraft, un material que no era tan costoso y sus primeros trabajos eran con lápiz y carboncillo.
Su historia
A los 14 años quería estudiar arte e ingresó a la Escuela Nacional de Artes Plásticas y desde entonces hasta la fecha tuvo un compartir frecuente con maestros y alumnos de la institución.
“Venimos de familias que no heredaron el arte, pero ahora nosotros les heredamos esto a nuestros hijos”, dijo en una ocasión, mientras compartía de su historia y anécdotas de vida en un video que el Ministerio de Cultura y Deportes publicó durante la pandemia.
Parte de su vida la vivió en la ciudad, en la colonia Primero de Julio y sus padres eran originarios de San Marcos. En este lugar pasó parte de sus vacaciones en la niñez y algunas de sus obras llevaban recuerdos de esas imágenes.
En esa oportunidad también compartió la interpretación de una de sus obras en las que evoca juegos de antaño que ya casi han desaparecido, una serie dedicada a esta temática.
Su carrera artística fue de más de tres décadas. Su trabajo ha sido descrito como una trayectoria ha sido fructífera y enriquecedora. “Se ha caracterizado por plasmar espacios simbólicos, poéticos y familiares”, dijo la Fundación Paiz en cierta oportunidad.
Además fue catedrático de la Universidad Popular en donde impartió cursos de artes visuales a las nuevas generaciones.
El artista Marvin Olivares lo recuerda como un gran amigo, además de compartir con él parte de su vida artística. “Desde que estuvo en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, como persona era servicial y ayudaba a la cohesión del grupo, era como el eje para que todos se reunieran…tenía el don de reunir personas y además es preocupaba por los amigos y estaba al pendiente si todos estaban bien…”, agrega.
Olivares también describe que el maestro López pertenecía a una generación de artistas con una línea de trabajo estilizada con un color muy fuerte, era un colorista. Trabajó con figuras, paisajes, frutas y colores muy guatemaltecos.
Le recuerdan además como una persona activa en la que siempre estaba produciendo. Uno de los proyectos en los que se le recuerda es en Tecoarte en 2016.
En esa ocasión el Banco Industrial convocó a un selecto grupo de artistas pintores de todos departamentos del país, les dio como lienzo la escultura de un tecolote gigante y los comisionó para plasmar en él una composición pictórica en homenaje a la esencia de Guatemala, sus tradiciones, su trabajo y su gente.
Los tecolotes eran esculturas de resina de 2.5 x 1.5 metros, elaboradas por el escultor Sebastián Barrientos y el arquitecto-crítico de arte Christian Cojulún. En esa ocasión participaron 44 artistas invitados, entre quienes estuvo López.