Ganador de múltiples premios Óscar por su obra El último emperador, incluyendo mejor guion y mejor dirección y cuatro Globos de Oro, Betolucci también es reconocido por generar polémica. Su producción titulada El último tango en París (1972) fue prohibida en varios países a causa de una escena de sodomía protagonizada por la leyenda del cine Marlon Brando y la actriz Maria Schneider.
“Se fue mi último emperador”, comentó en lágrimas Stefania Sandrelli. “Su muerte es también un poco la nuestra”, confesó Marco Bellocchio.
“Siento un inmenso dolor (…) Se va un pedazo de nuestra familia, un amigo fraterno, amoroso, inteligente, genial, impredecible, rigoroso e implacable al decirnos siempre la verdad. Su cine forma parte de las maravillas del siglo XX”, escribió Roberto Benigni en una nota firmada también por su esposa, la actriz Nicoletta Braschi.
Su drama histórico Novecento (1976) es considerado en la actualidad como un clásico sobre las luchas del siglo XX. La pieza cuenta con un reparto impresionante e internacional: Robert De Niro, Gérard Depardieu, Burt Lancaster, Dominique Sanda. Asimismo, fue coguionista del célebre filme de su compatriota Sergio Leone, “Érase una vez el Oeste“.
Además, Betolucci también fue uno de los pocos directores del cine italiano que grababa con frecuencia en el extranjero. París fue la ciudad elegida para rodar su última película titulada Los soñadores (2003), otra película que también causó polémica por sus escenas de sexo, pero también realizó producciones en China con El último emperador, en África con El cielo protector (o “Refugio para el amor”) y en Bután con El pequeño buda.
“Lo recordaremos como uno de los grandes del cine italiano y mundial”, reaccionó por su parte el presidente de la Mostra de Venecia, Paolo Baratta, recordando que Bertolucci había presidido dos veces el jurado de este festival, en 1983 y 2013.
Tras haber contratado para sus filmes a intérpretes como Dominique Sanda, Maria Schneider, Liv Tyler y Eva Green, en una entrevista a la AFP realizada en el año 2013, el director dijo que probablemente pasaría a la historia como “descubridor de jóvenes actrices”. Por supuesto, será recordado como mucho más que eso, será recordado como el último emperador del cine.
Medios italianos han asegurado que se instalará una capilla en la sede del ayuntamiento de Roma y se realizará un funeral privado para darle la despedida al maestro del cine.
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