“La exposición muestra el propósito de Estrada Cabrera de construir lo que él consideró un nuevo panorama para el país a finales del siglo XIX e inicios del XX”, dijo Otto Dieguez, organizador de la exposición.
Este “nuevo ideal de nación” de Estrada Cabrera incluyó la integración de habitantes de otras naciones europeas, no de España, para incentivar la inversión extranjera y “mejorar las condiciones de vida de los guatemaltecos”. La exposición también refleja los ideales, propósitos y logros personales del mencionado gobernante, así como sus aciertos y desaciertos juzgados a la luz de la historia.
La exposición El Libro Azul, puede visitarse de lunes a viernes, de 9 a 16 horas. Entrada gratuita.
Una joya
“El Libro Azul, considerado joya bibliográfica de Guatemala, se reconoce con este nombre porque describe a un país ubicado entre dos mares y un cielo azul, cuyo impacto sobre volcanes y montañas genera vistas azuladas como sus lagos”, explica el historiador Juan Haroldo Rodas.
Muestra importantes aspectos de la vida cotidiana del guatemalteco de inicios del siglo XX. Contiene información acerca de personajes, inventores, humanistas, artistas, comerciantes y personas destacadas por su nivel socioeconómico, pero también de sectores desposeídos y grupos indígenas; por ejemplo, de Mixco y Palencia que dejaron evidencia fotográfica de sus trajes regionales y actividades cotidianas.
Hay además fotografías de fincas, cultivos y productos agrícolas de exportación de la época, impulsadas por las reformas liberales, en llevó a alcanzar un crecimiento capitalista sin precedentes en esa época.
Las páginas del Libro Azul menciona a pintores, escultores, arquitectos y obras artísticas en cuyo concepto coexisten elementos coloniales y del siglo XIX.
La sociedad y la moda de la época se muestran mediante de fotografías de hombre y mujeres elegantemente vestidos, además de casas y lugares de encuentros sociales y de sedes diplomáticas.
Pero algo muy importante de esta publicación es que se convierte en punto de partida para investigaciones que permitirán demostrar si este libro fue un impulso del entonces gobernante, por modificar un proceso en el país o tan solo una corriente de autoritarismo.
“Sea como fuere, el libro permite un diálogo social, político y étnico en un momento de la vida nacional específico. Cien años después, tan solo podemos escudriñar en sus páginas sus aciertos y errores, para superarlos en la actualidad”, concluye Rodas.