El entrañable comediante, que falleció este viernes a los 82 años debido a complicaciones por neumonía, será recordado por enamorar incansablemente a la viuda Doña Florinda y por gritar “Ta, ta, ta, ta” cada vez que perdía los estribos con sus insufribles alumnos que acostumbraban cambiarle el nombre a “Maistro Longaniza”.
Con un puro en la mano, incluso cuando daba clases, y un ramo de flores para su amada Florinda, estas son algunas de las escenas por las que permanecerá en la memoria de niños y adultos.
Momentos memorables
En uno de los capítulos de El Chavo del Ocho, el profesor Jirafales y Don Ramón estuvieron a punto de llegar a los golpes.
En más de una escena, el personaje de Rubén Aguirre creyó que el Señor Barriga estaba enamorado de Doña Florinda.
En las aulas el maestro intentaba enseñar a sus rebeldes alumnos, en este episodio aparece junto a El Chapulín Colorado para dar la clase.
Don Ramón se convirtió en su consejero cuando no se animaba a confesarle su amor a Doña Florinda.
El profesor Jirafales también cantaba, y no lo hacía nada mal.
El ramo de flores era infaltable en sus visitas a la vecindad para ver a su amada, acompañado de la frase “Vine a traerle este humilde obsequio!”.
La nueva vecina logró llamar la atención del maestro.
“Ta, ta, ta”, será una de las frases por las que el profesor Jirafales será recordado.
Además de impartir conocimiento en las aulas, el maestro también tocaba la guitarra e intentó ensañarle a Quico.
Pese a no vivir en la vecindad, el profesor Jirafales siempre asistió a la Fiesta de la buena vecindad.