HORRORES IDIOMÁTICOS Y ALGO MÁS

El género en las profesiones

MARÍA DEL ROSARIO MOLINA

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Les recuerdo brevemente a mis amables lectores, que se llama género gramatical a la propiedad que tienen los sustantivos y algunos pronombres por la que se clasifican en femeninos y masculinos en nuestro idioma. En otras lenguas se usa además el neutro, que en español es sumamente escaso. A muchos seres vivos, es decir, con sexo, les señalan el género las palabras con morfemas base semejantes (raíces) y morfemas clase (determinantes del género y número) diferentes: “gato / a; perro / a; rata / o (sí, rato se llama el macho de la rata, aunque generalmente se use el femenino); niño / a. vampiro / vampira (vampiresa es una mujer seductora que “sangra” económicamente a los varones)”, etc.”. No obstante, los heterónimos difieren: “hombre / mujer; yerno / nuera; macho / hembra; toro / vaca; caballo / yegua. Las cosas inanimadas carecen de sexo, pero tienen género: “la silla, el sofá, la cama, el lecho, la flor, el árbol, etc.”.

Hasta hace no mucho tiempo, la mujer, considerada inepta por no pocos varones, no tenía acceso a varias artes ni a las profesiones y cuando logró ingresar a las universidades y obtener títulos, estos se le otorgaban con género masculino. Así, se hablaba de “la arquitecto, la traductor jurado, la médico, etc.”. Ahora se acepta el morfema clase femenino para casi todas las profesiones y cargos públicos y se puede decir: “la abogada, la ingeniera, la arquitecta, la traductora jurada, la médica y cirujana, la odontóloga, la alcaldesa, la ministra, la diputada, la edila, la concejala, la jefa de Estado, etc.”. De las palabras terminadas en “nte” procedentes del participio de presente del latín, que en el romance castellano quedó sin ningún uso verbal y se utiliza como sustantivo o adjetivo, se han aceptado los femeninos “presidenta”, “vicepresidenta”, “dependienta”, “clienta”, “sirvienta”, aunque también se usa “la presidente”.

En el caso de “gobernanta”, el término designa a la encargada de administrar una casa o institución por lo que es adecuado “la gobernante” para la mujer que gobierna. Son comunes y al género lo determina el artículo: “dentista, periodista, artista, analista, pianista, guitarrista, violinista, turista, comunista, astronauta, demócrata, oligarca, pediatra, psiquiatra, cónyuge, mártir (es pura casualidad que los haya escrito juntos), prócer, apóstol, canciller (no es adecuado cancillera), piloto, testigo, miembro, jurado (miembro de un jurado), albañil”.

Los nombres epicenos tienen un solo género: “víctima, persona”. Para determinar el sexo de los epicenos animales se agrega “macho” o “hembra”: “la ballena macho, la ballena hembra”, sin embargo se suele usar: “las ballenas, las hormigas, las lechuzas, los búhos, los gusanos, las aves” sin especificar su sexo.

Son ambiguos: “la / el mar; la / el tizne; la / el azúcar.

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