“Fue fácil volver a interpretar mi personaje. Me interesó mucho el camino que iba a seguir” en esta nueva etapa, explicó el actor, de 73 años, durante una multitudinaria rueda de prensa.
“Es difícil decir las diferencias” que hay entre la primera trilogía y este episodio, “pero me hacen sentir bien, es agradable estar de nuevo en casa” , destacó.
El Capitán Solo regresa principalmente para tender un puente entre el pasado y el futuro de la ópera espacial, que ha cautivado a millones de personas en todo el mundo desde la primera entrega, estrenada en 1977.
La princesa Leia (Carrie Fisher), C-3PO (Anthony Daniels) y Chewbacca (Peter Mayhew), además de R2-D2, también darán paso a la nueva generación de protagonistas de Star Wars.
Luke Skywalker aparece en los créditos, pero es una de las grandes incógnitas de la película. Mark Hamill, el actor que le da vida, no está en los últimos tráilers ni en el póster oficial, y tampoco participó el domingo en la rueda de prensa.
La trama de El despertar de la fuerza, que debuta en todo el mundo entre el 14 y el 18 de diciembre, también sigue siendo un misterio.
Disney, propietaria desde 2012 de los derechos de la franquicia creada por el cineasta George Lucas y que lleva más de US$4 mil 400 millones recaudados, ha logrado mantener el secreto hasta el final.
El estudio no ha permitido siquiera que la prensa especializada vea la cinta, una decisión que acostumbra a verse muy poco en la industria del entretenimiento.
Lo único que ha trascendido es que está ambientada unos 30 años después de El regreso del Jedi (1983) .