Después de cuatro años de trabajo y “salida del horno”, los guatemaltecos fueron los primeros en ver la ópera prima de Acevedo en la muestra Memoria, Verdad y Justicia, que se celebró hace unos días en el país. Ahora, el filme comenzará su recorrido por festivales internacionales.
Al celuloide
Aunque Acevedo tenía apenas un año cuando ocurrió el golpe de Estado, creció con las secuelas de este y lo que sucedió durante la guerra interna, donde murió un gran número de la población ixil.
“Siempre me pregunté qué había pasado, por qué tanta desolación en las calles, por qué la guerra, por qué no se puede hablar de eso, por qué hay tanto silencio”, dijo la cineasta.
Ella comenzó a buscar información para encontrar respuestas que ahora plasma en este audiovisual, gracias a los conocimientos que obtuvo al estudiar en el Centro de Capacitación Cinematográfica de México, DF.
“El documental solo es el resultado de esa curiosidad, es una contribución a recuperar nuestra historia, a tenerla en el presente y hacernos dueños de ese pasado”, relató.
Publicaciones de periódicos, libros e imágenes de archivo que son escasas, ayudaron a Acevedo a formarse una idea de lo que sucedió y el papel que jugó Ríos Montt en la historia del país.
La investigación la comenzó en el 2012, pero con el inicio del juicio por genocidio en el 2013 empezó la filmación.
“Tuvimos cuatro etapas de rodaje. Para estar en el juicio hicimos dos viajes, luego, emprendimos otros dos más para realizar entrevistas, buscar material de archivo, hacer tomas de la ciudad y el campo. Estuvimos viajando de México a Guatemala”, relató.
Para comprender mejor lo que aconteció, Acevedo entrevistó a personajes que fueron testigos del golpe de Estado, pero no logró conversar con el personaje central de su película: Efraín Ríos Montt.
“Soñaba con tener una entrevista larga con él para conocer quién es, saber qué piensa de todo lo que pasó… tener algo más íntimo. Quería que los guatemaltecos tuvieran un buen retrato de ese personaje polémico que incidió fuertemente en la historia del país, pues es importante conocer quién es para entender qué fue lo que hizo bien o mal”, explicó la cineasta, que intentó por todos los medios lograr ese encuentro.
Al final de su investigación y de entrevistar a personas allegadas al general retirado y de testimonios de víctimas del conflicto armado, Acevedo logró formarse una imagen de quién es él: “Es una persona que siempre tuvo poder y que luchó por mantenerlo y se aferró a la religión para justificarlo. Él siempre dijo: ‘Dios es quien pone y quita autoridad’… luchó constantemente peleando por ese poder sintiendo que fue Dios quien le dictó ese camino”.
El buen cristiano, título del documental, habla del “rasgo de carácter más fuerte” de Ríos Montt, quien en una parte de la película, vestido con uniforme militar, dice señalando a la pantalla de televisión: “Para nosotros Dios y Guatemala, y para usted Dios y Guatemala”.