Escenario
Dionicio Virvez: el guatemalteco que llegó a Hollywood y ahora da oportunidades a jóvenes cineastas
Dionicio Virvez salió de Guatemala durante el Conflicto Armado Interno. De niño soñaba con ser actor y no sólo lo logró hasta llegar a trabajar con directores como Martin Scorsese, sino que ahora abre becas para los jóvenes cineastas
El actor guatemalteco Dionicio Virvez tuvo que salir del país durante el Conflicto Armado Interno. Ahora, es reconocido por su trayectoria en grandes producciones, además de otorgar becas a jovenes cineastas que buscan desarrollarse en el mundo audiovisual. (Foto Prensa Libre: Soymigrante.com)
El actor migrante maya q'anjob'al Dionicio Virvez se sintió feliz y orgulloso de regresar a su natal Santa Eulalia, en Huehuetenango.
Como actor, Virvez ha participado en películas como Los Asesinos de la Luna Llena, de Martin Scorsese, o en la serie Echo, producida por Marvel. Ahora, Virvez llegó a Guatemala para visitar a familiares en su pueblo natal. “Me sentí bienvenido y en familia. En Santa Eulalia todos somos familia”, dice al medio SoyMigrante.com
Virvez llegó a California en 1984 sin conocer a nadie y tuvo múltiples trabajos como todo migrante. Desde niño tuvo el sueño de actuar en cine y a pesar de las adversidades no perdió el objetivo.
No fue fácil, ni rápido, pero se mantuvo en ruta hasta lograrlo y ahora es el vicepresidente de la Asociación Multicultural de Cine de EE.UU.. De hecho, su visita a Guatemala también fue para anunciar una convocatoria de becas para cineastas guatemaltecos.
¿Verdad que su vida parece un guion de una serie de streaming? Por eso la contamos por capítulos con narrador e intervenciones de Dionicio.
Capítulo 1: Guerra y sueño
Dionicio Virvez, al igual que muchos pobladores maya q’anjob’al, huyeron de la guerra que asolaba a Guatemala y que en la década 1980 se recrudeció en Huehuetenango.
“Yo ya casi me iba a graduar de maestro. Pero mi papá me decía: ‘O te van a meter al ejército o te van a meter a la guerrilla. Los dos andan buscando gente, para que muera’. Así era: morías o te mataban. Así que me dijo: ‘Es mejor que te vayas’". relata Dionicio.
En Santa Eulalia visitó a su papá, que es maestro de inglés. Recuerda bien que llegó a Los Ángeles el día de la Madre. “Lo recuerdo bien, 10 de mayo de 1984. No tenía donde dormir, ni qué comer ni nadie me que recibiera, ni hablaba inglés”.
Capítulo 2: Cine Karate
Respecto a cómo nació el sueño de trabajar en cine, Dionicio cuenta que en las tardes de sábado solía ir a ver TV a la única vivienda que tenía en Santa Eulalia.
“Mi vecino Helvin vivía cerca de mi casa y me invitaba a ver la tele el fin de semana. Los sábados pasaban ‘cine Karate‘, aquellas películas chinas de artes marciales. Yo tenía una gran curiosidad: ¿Cómo es que hacen esas películas? ¿Cómo hacen para salir volando? Sabía que eran efectos especiales, pero ¿cómo lo hacen?”.
Desde su llegada a L.A. (y sobre todo al ver el letrero de Hollywood) anhelaba no solo averiguarlo sino actuar en una de ellas.
Capítulo 3: Hilos, patadas y avisos
“Empecé a trabajar en talleres de costura y me tocaba cortar los hilos sobrantes de las prendas. Después trabajé en construcción, en restaurantes y en limpieza en hospitales. Pero en todos esos trabajos y en más de una vez me acordaba de aquellos chinos volando", recuerda Virvez.
"EE.UU. era el lugar de los sueños y entonces dije: quiero cumplir mi sueño y lo primero que tengo que hacer es aprender artes marciales”.
Dionicio se inscribió en una academia y empezó a practicar con perseverancia. Cuando tenía cinturón amarillo vio un aviso en la cartelera del gimnasio: Se buscan extras para una película.
“No lo pensé dos veces y me apunté. Todos los que se apuntaron se convirtieron en extras. Era una película producida por un coreano y teníamos que pelear detrás de los personajes principales. Fue divertido fingir que peleábamos”, recuerda Virvez.
Dionicio nunca vio la película ni supo si él apareció en pantalla un instante. Pero estaba feliz de haber empezado a cumplir el sueño.
Capítulo 4: Cinco largos años
Dionicio reconoce la realidad del cine en EE.UU.: "Hay racismo y los papeles para nativos americanos suelen ser encasillados y a menudo marcados por un trasfondo de estereotipos".
"Desde la Academia Multicultural de Cine luchamos por generar visiones positivas de las culturas”, aclara.
“Pero si tienes un sueño, lucha por ese sueño, mantenlo vivo y lucha por él", es su consejo para todo joven que sueñe con ser actor, guionista, productor, camarógrafo o cualquier función.
Pasaron cinco años para que surgiera otra oportunidad para Virvez, momento en el que casi pierde la esperanza.
Un día estaba trabajando en un supermercado en Culver City, California. “Allí cerca están grandes estudios de cine. Llegaban a comprar productores, directores, empleados de rodaje. Yo trabajaba surtiendo los anaqueles".
“Estaba decepcionado porque gasté mucho dinero pagando agentes para que te busquen castings. Y no salía nada. Si no pagas, no te promueven y si no te promueven, ¿quién te va a dar un papel? Solo surgen oportunidades si audicionas y solo audicionas, si pagas", dice.
Capítulo 5: Actuar sin moverse
"Un día en el supermercado se me quedó viendo una muchacha afroamericana y cada vez que iba a comprar algo me miraba de manera muy extraña. Yo le pregunté si había algún problema y me dijo. ‘Tienes facciones de indígena americano y a veces buscan alguien así en los castings. Soy agente de actores ¿Aceptarías que te tomemos fotografías?‘"
"Yo, aún decepcionado, le dije que sí iría a que me tomaran las fotografías, pero al final no lo hice".
"Días después, la agente regresa al supermercado y me pregunta el porqué no había llegado, y fui sincero y le dije que ya había gastado mucho en agentes y no obtenía nada".
"Ella me dijo que no me iba a cobrar y no obtenía algún trabajo, así que fui y me tomaron las fotografías e incluso a que me tomaran medidas".
Virvez cuenta que sí lo llamaron, pero no para una película, sino para un anuncio de teléfonos celulares.
"Eran los tiempos de los celulares que parecían ladrillo. El comercial trataba de unos ejecutivos en un museo, mientras que en el fondo estaba un indígena apache peleando con un león prehistórico", recuerda.
Virvez dice que tuvo que estar desnudo durante la escena sin moverse.
"Al día siguiente llegué y me sorprendí porque había como 50 personas de producción y con grandes cámaras. Por primera vez sentí el verdadero sabor de Hollywood", recuerda Virvez.
"Me pintaron la cara y el cuerpo. repetimos muchas tomas y yo estuve sin moverme durante unas cinco horas. No era una película pero yo estaba emocionado", recuerda gratamente Dionicio.
También recuerda que, en esos momentos su salario en el supermercado era de US$5 la hora. A los pocos días lo llamaron para darle el respectivo pago por su participación en el anuncio.
"Pensé que iba a recibir unos US$40 o US$50, pero me dan el sobre ¡y son US$800! con eso no solo me alcanzó para pagar cuatro meses de alquiler, sino que también revivió mi amor por el cine", relata.
Capítulo 6: Fábrica de sueños
Dionicio Virvez participó en docudramas hechos por National Geographic en 2005, en los cuales se representaba la vida cotidiana de tribus norteamericanas.
En 2015 fue seleccionado para la serie Westworld, de HBO. “En ese casting había como 800 aspirantes: todos indígenas norteamericanos. Algunos fornidos, enormes, con facciones muy fílmicas. La verdad no sé por qué me eligieron a mí, pero me contrataron y fue una experiencia fantástica”. relata.
Actualmente Dionicio Virvez es el vicepresidente de la Academia Multicultural de Ciencias Cinematográficas, entidad que promueve la inclusión de minorías estadounidenses en el mundo fílmico. “Buscamos más inclusión y por esto también vine a Guatemala, para ofrecer oportunidad de becas”.
Capítulo 76: Fruto de 30 años de camino
Cada año, Dionicio participa en audiciones. "La clave está en no perder de vista el sueño".
Fue así como llegó un pequeño papel en la cita Los Asesinos de la Luna (Killers of the Flower Moon), de 2023, dirigida por Martin Scorsese, en la que actúa Leonardo di Caprio y Robert de Niro.
"En esa película trabajé dos papeles, entonces te aplican maquillaje que te cambia completamente. Salí pero no me reconozco. Fui uno de los ancianos que van a ver a la protagonista. También fui conductor de los autos modelo 1920 que salen allí, que por cierto sus timones son durísimos”, dice.
“Pasaron 30 años para que yo pudiera trabajar con un director de la talla de Scorsese. ¡30 años! pero lo logré: valió la pena mantener el sueño", relata un enorgullecido Virvez.
En la serie Echo de Marvel también hizo dos papeles: "Salgo como un veterano nativo americano y como tengo experiencia como doble trabajando con caballos, aparecí cabalgando cuando el personaje Maya López llega a su pueblo", dice.
La esperanza de un nuevo papel siempre está viva. En 2023 Dionicio participó e un cortometraje llamada Radium 25, que solo se distribuiría en Europa.
“Es una aventura de ficción futurista, en donde interpreto a un guerrero. No hay muchos papeles para nosotros los indígenas, pero trabajamos para que haya más espacios”.
Capítulo 8: Claro que sí hay profeta en su tierra
"Mi pueblo Santa Eulalia ha cambiado mucho. Muchos campos donde jugué de niño o joven ya no existen. Ha crecido mucho y buena parte de eso se debe al aporte de los migrantes", dice Dionicio acerca de su visita a su pueblo natal a inicios de noviembre.
“La última vez que estuve en Santa Eulalia fue en 2017, pero casi no miré nada, porque vine para el sepelio de mi mamá”.
”Hay grandes casas, edificios incluso, una iglesia bellísima que fue construida con aporte de migrantes. El viaje sigue largo porque no toda la carretera está en buen estado, pero fue una alegría encontrarme con toda la familia: me hicieron un almuerzo al que llegaron más de 37 familiares: bueno que en Santa Eulalia todos somos familia”, cuenta.
“En los días que estuve en Santa Eulalia fue la graduación del Instituto donde yo estudié y me iba a graduar. No me gradué porque migré. Me invitaron a dar la conferencia principal a los graduados. Les hablé de los sueños. Les dije que la clave de cumplir un sueño es la perseverancia, resistir, seguir adelante a pesar de las barreras”.
Becas
La convocatoria de beca para cineastas, auspiciadas por la Asociación Multicultural de Cine de EE.UU. está abierta.
Los requisitos son: tener ya trabajo y trayectoria documentada en cualquier ambito de cine: actuación, dirección, cámaras, producción o guionista.
Se envía un curriculum completo, con links a trabajos o producciones que se puedan ver o evaluar, esto incluye links de documentales o narrativas hechos en redes sociales.
No hay distingo de etnia, sexo, origen o incluso nivel de escolaridad. El dominio de inglés es deseable aunque no indispensable. Se evalúa el trabajo y la trayectoria.
¿Qué ofrece la beca?
Será una inmersión en el mundo del cine, que incluye una estadía en un estudio de Hollywood, en Estados Unidos para aprender y poner en práctica conocimientos. El objetivo es contribuir al desarrollo del cine en Guatemala.
Para enviar las solicitudes está el correo centroamericagallego@gmail.com y la convocatoria cierra hasta marzo de 2025.