Padrón, quien también escribió el guión y asumió el diseño de los personajes animados, explica que esta cinta es “una gran mezcla” y una versión libre en la que pueden encontrarse personajes literarios como Don Quijote y Sancho Panza, el escenario cubano del Valle de Viñales, y ritmos musicales de la isla como el guaguancó.
El proyecto de Meñique comenzó a forjarse en 2008 y en el largo proceso intervino un numeroso equipo de 200 dibujantes, programadores y artistas, de ellos 34 españoles, con el encargo de recrear las imágenes animadas en tercera dimensión (3D), todo un reto tecnológico para Cuba.
En el empeño participaron el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), la Universidad de Ciencias Informáticas de la isla, la productora gallega Ficción Producciones Films, el programa Ibermedia, y la Fundación Villa del Cine, de Venezuela.
Para ello contaron con un presupuesto de producción de 3 millones de euros, cifra que según Padrón “es muy barata” en comparación con el coste de otras películas de este tipo a nivel internacional.
Meñique es una versión libre del clásico cuento Pulgarcito, del francés Edouard Laboulaye, adaptado por el prócer independentista cubano José Martí (1853-1895) para el primer número de su revista infantil La Edad de Oro, que se ha convertido en un libro de narraciones infantiles para varias generaciones de cubanos.
El filme narra las aventuras del pequeño Meñique que quiere sacar a su familia de la pobreza y para ello se traslada a la ciudad junto a dos hermanos; allí conoce que el rey ha prometido otorgar el título de marqués y dar a su hija en matrimonio, a quien logre librarlo de una terrible maldición de la bruja Barusa.
El joven actor cubano Liéter Ledesma presta su voz al protagonista, Yoraisy Gómez se la da a la princesa, y otros actores consagrados en la isla como Carlos Ruiz de la Tejera, Corina Mestre, Aramís Delgado, Enrique Molina y Osvaldo Doimeadiós dramatizaron a otros personajes.