cultura
Cuáles son algunos retos que encuentran los artistas al mostrar sus primeras obras
Limitantes económicas, poca experiencia o fuga de conocimientos técnicos son algunas condicionantes que rodean los intentos de exhibición en artistas jóvenes y emergentes.
El espacio cultural Mosaico abre su espacio a artistas de distintas edades desde 2021 en la ciudad de Guatemala. (Foto Prensa Libre: Cortesía Lyz Colocho)
Para que el trabajo del artista pueda existir, requiere de plataformas y espacios donde pueda encontrarse con los sentidos de distintas audiencias.
Si bien hay prácticas artísticas que suelen tener mayor relevancia fuera de los inmuebles, en esta ocasión nos referiremos a los espacios físicos donde suelen realizarse exposiciones o muestras.
Aunque son varios los recintos como galerías, donde suelen promoverse estos encuentros mediante las exhibiciones, en Guatemala las oportunidades de exposición suelen ser desafiantes para realizadores que empiezan su carrera en las artes visuales y plásticas.
¿A qué se deben esos desafíos? Para acercarnos a la respuesta, cabría empezar por hacer una distinción entre quiénes son esas personas que suelen encontrar retos al momento de mostrar por primera vez su obra.
Lyz Colocho, gestora y coordinadora del espacio cultural Mosaico en la zona 1 capitalina donde se realizan exposiciones y talleres de arte desde hace tres años, comenta que es importante distinguir entre artistas "emergentes" y jóvenes.
"Ubicamos a los artistas jóvenes artistas entre los 20 y 30 años, mientras que los emergentes pueden ser aquellos que son menos experimentados. Creo que artistas tanto emergentes como jóvenes no siempre encuentran lugares idóneos para exponer", comparte Colocho.
Entre las varias razones que llevan a encarar las limitantes de exhibición, Lyz Colocho apunta que la comunicación y la difusión de los espacios culturales suelen plantearse como un desafío, ya que no siempre los realizadores llegan a conocer dónde pueden exhibir.
"Estos artistas jóvenes y emergentes se quedan con la búsqueda niveles de redes sociales", comparte la coordinadora de Mosaico asegurando que más allá de las posibilidades de Internet, las búsquedas de los espacios de exhibición suelen ser limitadas, y a la vez se sabe poco sobre las opciones o los requisitos de exhibición.
Según apunta Colocho, varios de los artistas que han llegado buscando un espacio de exhibición en Mosaico suelen toparse con puertas cerradas en galerías donde las limitantes han respondido a que muchos de esos espacios establecidos trabajan con artistas "experimentados", además de aceptar solo trabajo que esté a la venta.
"Hay artistas que por ser emergentes, su obra no tiene un precio muy alto, entonces puede que lo que van a obtener es una ganancia muy pequeña para una galería. El trabajo del emergente puede servir como un equilibrio entre la calidad del trabajo y el precio que se les asigna", comenta Colocho.
En el mismo perímetro de la zona 1 capitalina, coexiste el espacio cultural Perjura Proyecto, dentro del edificio París, y que es coordinado por Ana Lucrecia Muñoz. A partir de la inciativa, que empezó en 2022 en una sede de la zona 9, se han realizado 23 exposiciones individuales y 17 colectivas.
Muñoz detalla que en las 40 muestras realizadas, la mayoría de exponentes han oscilado entre los 18 y los 28 años, por lo que podrían categorizarse como artistas netamente jóvenes que desde la pasión y astucia, han encontrado varios muros.
Entre los desafíos más comunes que suelen encontrar este grupo de realizadores tiene que ver con que en muchas veces los artistas no conocen las herramientas de difusión de una muestra, o incluso no suelen tener del todo resuelto un portafolio, un manifiesto o nociones sobre montaje.
"Es algo que surge desde las limitaciones de educación. En Perjura apoyamos con esto y nos toca educar porque creemos que la educación debe ir de la mano de todo lo que creamos. Para nosotros dignificar el trabajo significa escuchar a los artistas para que crean en su propia voz y darles una voz con responsabilidad", argumenta.
Para las entrevistadas, el acompañamiento y los cuidados son relevantes a la hora de crear una exhibición junto a los artistas que llegan a sus centros culturales. En un sentido práctico, los cuidados tanto de Mosaico como Perjura implican formas de compartir un mismo lugar.
Otras instancias como la Dirección del Centro Histórico de la Municipalidad de Guatemala también ofrecen opciones para difundir la cultura en varios espacios como la Casa Ibargüen, la Antigua Tipografía Sánchez & De Guise, así como la Casa Municipal Barnoya García.
De acuerdo con María José Avendaño, directora de la unidad de Centro Histórico, para exponer en los mencionados espacios se requiere contar con un resumen del proyecto, descripción de la muestra y su contenido visual, así como el formato de exposición y el portafolio artístico.
En el caso de Mosaico se ha habilitado el "regalar" horas de exposición a artistas que están en el primer año de la Escuela Superior de Arte, así como a estudiantes de la carrera de gestión artística de la Universidad Da Vinci y personas matriculadas en la Escuela Nacional de Artes Plásticas.
"Nuestro enfoque es el de acercar el arte a la comunidad (...) Creo que de boca en boca y aunque sea más lento, es la forma en la que hemos ido conociéndonos. En el caso de las escuelas, hemos logrado que no solo los estudiantes nos busquen, sino también sus catedráticos", comparte Lyz Colocho.
"La relación se va formando con los artistas y la reconocemos pasajera, y en una dinámica donde haya respeto y diálogo"
- Ana Lucrecia Muñoz, gestora de Perjura Proyecto
Pero, ¿qué solicitan estos espacios para abrir las puertas a nuevos artistas? De acuerdo con Colocho, en Mosaico las propuestas que aborden temas como salud mental suelen ser bien recibidas, ya que coincide con uno de los intereses principales del espacio.
La encargada del centro cultural comparte que para las personas interesadas en exponer, el único requisito es que su contenido narrativo no atente "contra la dignidad de ningún ser humano".
En el caso de Perjura, las exposiciones suelen llevarse a cabo a partir de dos condicionantes claras: trabajar con compromiso y voluntad por un mes. "La relación se va formando con los artistas y la reconocemos pasajera, y en una dinámica donde haya respeto y diálogo", concluye.