“Parece que fue hace cinco años”, aseguró el realizador sobre una película que hoy se proyecta remasterizada en 4K, que ganó 4 Óscar -película, director, actor secundario (Gene Hackman) y montaje- y que se ha convertido en uno de los grandes clásicos del cine.
“Cuando leí el guion, creía que era el mejor wéstern que iba a poder rodar y lo fue. Nunca después volví a hacer otro. Pero quién sabe si en futuro cercano lo haré”, dijo Eastwood mientras volvían a resonar los aplausos.
Una enorme expectación por la llegada del actor y director, que fue amenizada por los espectadores silbando los compases de la banda sonora que Ennio Morricone compuso para El bueno, el feo y el malo (1966), una de sus interpretaciones más conocidas, a las órdenes de Sergio Leone.
Tanto se esperaba la llegada del director que la gente decidió quedarse mirando a la puerta de la sala pese a los esfuerzos del delegado general del certamen, Thierry Frémaux, que desde el escenario pedía atención para poder presentar a Eastwood.
Además de destacar su larga relación con el Festival de Cannes, Frémaux resaltó que el cineasta cuenta con la Legión de Honor (que le entregó en 2007 el entonces presidente francés, Jacques Chirac, y elevada en grado dos años después por su sucesor, Nicolas Sarkozy) y que, desde los atentados de París de noviembre de 2015, luce su medalla en cuanto tiene ocasión.
Participó en la competición oficial de Cannes con Pale Rider (1985), Bird (1988), White hunter, black heart (1990), Mystic River (2003) y Changeling (2008), además de Absolute Power (1997), fuera de competición.
Y recibió el Gran Premio de la Comisión Superior Técnica por Bird y, en 2008, el premio especial de la 61ª edición del festival “por toda una vida de trabajo”.
En esta 70ª edición, además de presentar la nueva copia de Unforgiven, ofrecerá mañana una “lección de cine” mediante una conversación con el crítico estadounidense Kenneth Turan.