“Ciudad Juárez se conoce por Juan Gabriel en el mundo entero”, afirmó el alcalde Javier González, quien además de su legado en el mundo de la música resaltó su labor altruista en beneficio de los niños y llamó a recoger su “vocación de servicio” con la comunidad.
Juan Gabriel nació el 7 de enero de 1950 en Parácuaro, un pueblo del estado de Michoacán, pero de niño su familia se mudó a Juárez, en Chihuahua, donde fue internado en un orfanato porque su madre no podía mantenerlo.
Fue allí donde aprendió música y años más tarde pudo darle la vuelta a una difícil infancia para convertirse en el Divo de Juárez, compositor de cientos de canciones que durante las últimas cuatro décadas han sido interpretadas por artistas de talla mundial.
Durante la sesión el cronista de la ciudad, Filiberto Terrazas, dijo sentirse conmovido por este reconocimiento “al más grande cantautor”, quien “siempre se sintió muy orgulloso de nuestra ciudad”.
Su antorcha “no será apagada mientras el mundo entero continúe entonando sus canciones”, afirmó el cronista, quien destacó que la música de Juan Gabriel “llevará el mensaje de esta tierra”, que hace apenas un lustro era considerada la ciudad más violenta del país.
Contó que muchas veces recorrió con Juan Gabriel las calles de la periferia de esa localidad fronteriza con la estadounidense El Paso para ver cómo estaba viviendo y cómo estaba progresando la urbe.
En la sesión, celebrada un día después de que la familia diera a conocer que los restos del cantante se quedarían para siempre en Ciudad Juárez, también se aprobó por unanimidad que una plaza del centro de la ciudad lleve su nombre.
Procedentes de El Paso, las cenizas del compositor llegarán a la localidad norteña la tarde del sábado por el puente fronterizo de Santa Fe y serán trasladadas a su casa de la Avenida 16 de Septiembre, donde se realizará una eucaristía y después una velada “festiva” para celebrar al arista y su legado.