Escenario

Cintas nacionales hablan de Cristo

Cuando se oye hablar de filmes históricos de la Pasión de Cristo, vienen a la mente <em>Quo Vadis</em>, <em>Ben Hur </em>o <em>Rey de Reyes</em>. Sin embargo, pocos saben que en Guatemala se rodaron producciones de gran calidad sobre este tema o de procesiones.

Cuando el séptimo arte tomó auge en el país, en la década de 1910 se comenzaron a rodar los primeros cortos. Se cree que el primer cineasta fue el dueño del Teatro Variedades, Ramiro Fernández Xatuc, quien junto a Mario Estrada filmaron cortometrajes de procesiones y ferias.

El material fílmico más antiguo que ha sobrevivido sobre procesiones corresponde a las cortas escenas rodadas en 1917 del cortejo del Señor Sepultado de Santo Domingo. Este ha sido rescatado por la Cinemateca Enrique Torres de la Universidad de San Carlos de Guatemala, dice su director, Wálter Figueroa, junto a otros documentales de Semana Santa, que se reunieron en la antología Imágenes de Tradición. “Este se diferencia de lo convencional, pues evidencia la riqueza de tradiciones poco conocidas”, dice Figueroa.

Por ejemplo, se incluye el material del cineasta y doctor guatemalteco Alfredo MacKenney, quien filmó durante la década de 1970 documentales de viacrucis en San Antonio Suchitepéquez, y San Mateo, Cantel y Zunil, en Quetzaltenango, entre otros. “Cada pueblo, cada aldea, cada finca de la costa tiene representaciones de la Pasión de Cristo”, dice. “Las costumbres se van acabando; por ejemplo, el viacrucis de San Andrés Sajcabajá, Quiché, dejó de hacerse por influencia de misioneros alemanes en el lugar”, afirma MacKenney, productor y director de los primeros cortometrajes silentes de ficción del país: Violencia (1947) y El anillo ensangrentado (1952).

Las cintas filmadas en Guatemala y que destacan por su gran calidad son Cuatro vidas (1949), Solo de noche vienes (1965), El Cristo de los Milagros (1972) y Judas (1987).

Influencias

La primera cinta que influyó en las representaciones de la Pasión de Cristo en Guatemala fue La Vida, Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, de 1898, de la casa Pathé Frères, de París. Se estrenó en el país en 1907, dice el doctor en Historia del Arte Fernando Urquizú.

Los temas y valores humanos expuestos en este tipo de filmes, en los géneros épico y bíblico, se incorporaron sutilmente a la tradición guatemalteca mediante los adornos en las andas, vestuario de las imágenes, incorporación de personajes en los desfiles sacros o acompañamiento musical.

Después de esta cinta, a Jesús lo dejan de vestir de morado o rojo, colores litúrgicos de la Semana Santa, y lo hacen con una túnica celeste, tal como apareció en sus escenas, afirma Urquizú. Así fue el aporte de este género cinematográfico en las cofradías, asociaciones y hermandades de la Pasión, añade el historiador.

“Filmes extranjeros, en las décadas de 1940 y 1950, dieron un marco general del paisaje urbano y vida de la época de Jesús, haciendo eco en procesiones, apareciendo palestinos y elementos de la centuria romana”, cita Haroldo Rodas en su obra Jesús de las Tres Potencias.


Joyas fílmicas de la Pasio?n en Guatemala.  (Video Prensa Libre: Cortesía de la Cinemateca Enrique Torres de la Usac)

Algunos filmes que influyeron en la parafernalia cuaresmal son: From the manger to the cross (1912), Ben Hur (versiones de 1908 y 1924), Quo Vadis (1912) y Rey de reyes.

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ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.

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