Nació en 1961 y apenas a los 13 años llega a estudiar a la Escuela de arte al aire libre del Cerrito del Carmen, que lleva el nombre de Saravia Gual. Ahí comienza su aprendizaje y una puerta que le ha llevado a destacar en distintas técnicas y trabajos.
Su vida de artista y su talento le han convertido en un personaje polifacético. A partir de 1980 y durante más de una década trabajó como escenógrafo en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias y después estuvo como grabador en la Casa de la Moneda del Banco de Guatemala, con el maestro Francisco Delgado.
Realizó algunos diseños como modificar la desparecida moneda de centavo que todavía era de latón, darle rasgos más indígenas a la moneda de 25 centavos en la que aparece la imagen de Concepción Ramírez, conocida como Chonita.
También hizo la primera moneda conmemorativa de un quetzal realizada en plata 999, en homenaje al nacimiento de Carlos Mérida y ganó un tercer premio iberoamericano por el diseño de El hombre y su caballo como parte de las celebraciones del quinto centenario del descubrimiento de América.
Es licenciado en artes visuales de la USAC y en la actualidad se dedica a su taller personal, a crear sus obras, además de dar cursos en la Escuela Superior de Arte, de su alma máter. En esta última ofrece un curso de materiales en la que lleva a las nuevas generaciones a conocer cómo hacer sus propios colores y experimentar con técnicas antiguas para que estas no se pierdan.
Sin palabras
Ha presentado exposiciones a nivel nacional e internacional como en Honduras, Nicaragua, El Salvador, México, Ecuador, Suecia, Francia y Estados Unidos. Nos habla de esta nueva exposición Sin palabras, en la que ofrece una guía para vivirla.
La exposición está durante julio en el Salón Enrique Acuña Orantes, de la ENAP, de 9 a 17 horas, de lunes a viernes, y sábados de 8 a 12 horas.
- En el recorrido tendrá más de 40 obras a descubrir colores, líneas, formas y texturas. Esta muestra es una retrospectiva del artista, aunque no se encuentran todas las etapas.
- Leonel del Cid desde el 2012 aproximadamente ha decidido no ponerle título a ninguna de sus obras. Expresa que con esta acción quiere que las personas se involucren más en apreciar el arte. “Acerca de esta obra no hay nada que decir, de hecho, no hay nada que decir acerca de ninguna obra, ni siquiera nombrarla con un título a menos que como mera identificación así lo amerite”, dice Del Cid.
- La propuesta de Del Cid se enfoca en que cada persona frente a las obras descubra emociones. Invita a ver su obra sin describirla. “…no quiero profanar con otro lenguaje el código del lenguaje de éstas obras, ellas solo hablan con colores, formas, líneas, puntos, tonos y valores…”, expresa.
- En esta muestra verá además las diferentes técnicas que utiliza el destacado artista. Óleo, grabados y acuarelas serán parte de la misma.
- No se limite solo a ver la exposición. En la ENAP también puede admirar los murales que ha trabajado el maestro. Uno de los últimos inaugurado este año es Los fundadores en los que se representan a Rafael Rodríguez Padilla, Jaime Sabartés y Hernán Martínez-Sobral, fundadores de la escuela. La hizo con el apoyo de estudiantes de la ENAP y de Escuela Superior de Arte. También en el lugar están otros dos murales, uno de Max Saravia Gual y otro de Rodríguez Padilla. Actualmente están trabajando nuevos murales.
El artista añade que su objetivo es que las personas se involucren más en la composición. “Es acercarlos al mundo del pintor. Cuando uno pinta no está pensando si cambiará el mundo a través del arte, podría hacerlo, pero es solo un reflejo”, agrega.
Cuando no tiene título la obra se enriquece más, agrega. En 2017 su exposición llamada El verdadero compromiso llevaba también esta temática de que el público no se quedara en la superficie de las obras y disfrutaran de las obras.
Antes de esta fecha tiene exposiciones con nombre llamadas Cristos, Bufones y Quijotes, por dar algunos ejemplos.
Del Cid también ha recibido reconocimientos por su trabajo y trayectoria. Ha tenido dieciocho premios en los certámenes internos en la ENAP, primer premio en el certamen Rincones del Cerro del Carmen (1987), Premio Opus para las artes por mejor carrera artística (1992), premio Muni a la excelencia teatral por la escenografía de la obra La herencia de Alvarado (1998), por mencionar algunos.
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