ESCENARIO

Caso Menéndez: Cómo comenzó la historia de los hermanos que ha conmocionado Hollywood

El caso Menéndez ha resurgido en la historia judicial de Estados Unidos luego de la viralización que ha despertado Netflix.

Caso Menéndez: Cómo comenzó la historia de los hermanos que ha conmocionado Hollywood

La familia Menéndez formaba un supuesto hogar admirado en la comunidad de Beverly Hills, hasta el asesinato de José y Kitty Menéndez. (Foto Prensa Libre: IMDb)

El caso Menéndez ha vuelto a captar la atención pública a raíz de la serie Monstruos: Los hermanos Menéndez, lanzada recientemente en Netflix como parte de una antología audiovisual dirigida por Ryan Murphy e Ian Brennan.

La serie ha viralizado la historia de los hermanos estadounidenses Lyle y Erik Menéndez, quienes cumplen una cadena perpetua en una prisión de San Diego, California, por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, en 1989.

El fiscal general del condado de Los Ángeles, George Gascón, dio a conocer el pasado 24 de octubre que se buscará revisar la sentencia de los hermanos, quienes llevan ya 35 años en prisión. Según ha recordado El País, el impacto del caso Menéndez se debe a la brutalidad y al contexto de vida privilegiado de la familia Menéndez.

La pesada historia detrás del caso recae en gran medida sobre José Menéndez, el padre de Lyle y Erik. El patriarca de la familia había emigrado de Cuba a Estados Unidos durante la Revolución cubana en la década de 1950.

Méndez pasó de lavar platos a convertirse en un joven y exitoso ejecutivo de la industria del entretenimiento, primero en Hertz, la firma dueña de la discográfica RCA, y luego liderando RCA Records, donde estuvo vinculado a la firma de bandas como Duran Duran, Eurythmics y Menudo.

En los años 80, la familia de José parecía encarnar el sueño americano. Según recuerda la plataforma Biography, él y su esposa Kitty formaban un hogar admirado en la comunidad de Beverly Hills, y sus hijos también proyectaban ese éxito.

Lyle destacaba como tenista y aspiraba a una carrera en negocios, siguiendo los pasos de su padre, mientras que Erik mostraba aún más talento en el deporte. Sin embargo, la vida de aparente perfección comenzó a mostrar grietas, cuando Lyle fue suspendido un año de Princeton por plagio.

No obstante, el peldaño en el que se encontraba la familia Menéndez se desmoronó el 20 de agosto de 1989, cuando Lyle y Erik entraron a la mansión donde vivían en North Elm Drive, y dispararon repetidas veces a sus padres, provocándoles heridas mortales. Después del crimen, los hermanos, fingieron haber descubierto los cuerpos de sus padres luego de regresar del cine.

Un años después, en 1990, cuando los hermanos Menéndez habían heredado 14 millones de dólares, la verdad salió a flote cuando el Dr. Jerome Oziel, quien había sido terapeuta de Lyle, retomó el contacto con los jóvenes. Durante las sesiones con ellos, Erik confesó el asesinato de sus padres.

Oziel compartió esta confesión con Judalon Smyth, con quien tenía una relación. Según recuerda Biography, la relación entre ambos era conflictiva. En algún momento, Smyth describió a Oziel como manipulador y abusivo, y tras un altercado, Smyth contactó a la policía de Beverly Hills para denunciar que los hermanos Menéndez habían cometido el crimen en 1989.

Lyle Menéndez fue arrestado el 8 de marzo de 1990, mientras que Erik, quien se encontraba en Israel participando en un torneo de tenis, regresó a Los Ángeles y se entregó tres días después.

En 1993, comenzaron los juicios, que además de ser mediáticos, fueron los primeros en ser transmitidos en televisión. Aquel año, la defensa de los hermanos dio a conocer que el asesinato había sido en defensa propia tras años de abuso físico y sexual a manos de su padre, José Menéndez. Según declararon, Lyle había sido abusado de los 6 a los 8 años, mientras que Erik fue abusado hasta los 18.

Los juicios siguieron en 1995 y 1996, siendo este último año decisivo para la historia de los hermanos. El 21 de marzo de 1996, ambos fueron condenados por asesinato en primer grado y, en julio de ese año, sentenciados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

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