Tras recoger el galardón de manos del presidente de EGEDA, la entidad española de gestión de derechos de autor, Enrique Cerezo, y con el público del Palacio de IFEMA puesto en pie, Del Toro ha comenzado su discurso de agradecimiento reivindicando Madrid como “la capital del mundo hispano”.
Del Toro ha recordado sus años universitarios, cuando comenzó a soñar con ser actor, un sueño que le llevó a Hollywood.
“Todo actor sabe ser rechazado; es parte de nuestra profesión y yo fui rechazado en la mayoría de las audiciones”, ha recordado el actor, ganador de premios tan prestigiosos como el Óscar, el Globo de Oro, el Oso de Plata del Festival de Berlín o la Palma de Oro del Festival de Cannes.
Del Toro ha contado que un director de casting llegó a proponerle un cambio de nombre y que un cirujano le recomendó “agrandarse los ojos”, propuestas a las que se resistió, pero que le hicieron dudar.
“Pero estaría mintiendo si dijera que solo el sistema sembraba las dudas, porque incluso cuando conseguía trabajo, mis amigos me decían sino me preocupaba que me encasillaran como latino”, ha continuado, para luego aclarar que el problema “no era ser encasillado como actor latino sino interpretar personajes sin matices y no poder romper el estereotipo”.
El Premio Platino de Honor lo han recibido en anteriores ediciones los españoles Antonio Banderas y Carmen Maura, el estadounidense Edward James Olmos, el argentino Ricardo Darín o el mexicano Diego Luna, entre otros.
Los premios, organizados por la entidad española de derechos de autor EGEDA y la federación audiovisual iberoamericana FIPCA, se han entregado en una gala celebrada en el Palacio Municipal de IFEMA Madrid, con más de 1.800 invitados y 200 periodistas acreditados.