Para ello han sido asignados mil 200 policías de la Secretaría de Seguridad Pública de la capital, indicó la institución en un boletín.
Precisó que se tiene previsto el despliegue de personal desde el arribo de la urna al aeropuerto internacional capitalino, “además del acompañamiento durante su recorrido hasta el Palacio de Bellas Artes y la vigilancia durante los dos días en los que se permitirá el ingreso al recinto a miles de visitantes”.
La dependencia y la Policía Federal recomendaron a aquellos que acudan al evento no llevar sombrillas, botellas de vidrio, tubos, palos u objetos punzocortantes, así como tampoco bebidas embriagantes, fuegos artificiales, aerosoles o materiales inflamables.
También aconsejó portar una identificación con datos personales, no perder de vista a niños o adultos mayores, no subir a estructuras inseguras, “y sobre todo respetar el orden y atender las indicaciones de las autoridades de seguridad y protección civil”.
En tanto, el Gobierno municipal de Ciudad Juárez informó en un comunicado que unas 250.000 personas se congregaron frente a la casa del cantautor en esa urbe del norteño estado de Chihuahua para el homenaje que se le dedicó.
Reportó que se registraron “casos propios de un evento con gran concentración como desmayos, que inmediatamente fueron atendidos por los cuerpos de rescate, así como niños y adultos mayores extraviados”, que fueron llevados a módulos de atención donde fueron encontrados por sus familiares.
También fueron detenidas dos personas “por actos de molestia”, añadió.
El Ayuntamiento consideró el evento “un gran éxito de los juarenses”, quienes “en un gran acto de civilidad atendieron en todo momento las instrucciones de las autoridades, lo que permitió el resultado de saldo blanco”.
Una carroza que transportaba la urna con las cenizas de Juan Gabriel llegó por la tarde de ayer a la que fuera la vivienda del intérprete procedente de El Paso, Texas (Estados Unidos).
Juan Gabriel, cuyo nombre verdadero era Alberto Aguilera Valadez, nació el 7 de enero de 1950 en Parácuaro, un pueblo del estado de Michoacán, pero de niño su familia se mudó a Juárez, en Chihuahua, donde fue internado en un orfanato porque su madre no podía mantenerlo.
Fue allí donde aprendió música y años más tarde pudo darle la vuelta a una difícil infancia para convertirse en icono de la música mexicana, compositor de cientos de canciones que durante las últimas cuatro décadas han sido interpretadas por artistas de talla mundial.
El artista murió el domingo 28 de agosto de un paro cardiaco a los 66 años en su casa de Santa Mónica, California