Los titulares de la prensa de Hollywood destacaron la decadencia de la carrera de Sandler, cuyas comedias ya no son sinónimo de triunfos seguros como ocurrió entre mediados de la década de 1990 y 2000 con producciones como The Waterboy (1998) y Big Daddy (1999).
Blended se estrenó el año pasado y, a excepción de las dos Grown Ups que resultaron bien en taquilla a pesar de las pésimas críticas, también fracasaron Thats My Boy (2012), Jack and Jill y Funny People (2009) .
Por detrás de Pixels quedó Minions, el largometraje sobre los pintorescos personajes amarillos que se dieron a conocer en la saga Despicable Me y que en su tercer fin de semana en cartelera sumó US$22.1 millones más a una cuenta de resultados que asciende a más de US$759 millones en todo el mundo.
En cuarto lugar figuró Trainwreck, una comedia de Judd Apatow (Knocked Up) con la humorista y guionista Amy Schumer que da el salto a la gran pantalla como protagonista después de una carrera centrada en la televisión.
Trainwreck, la historia de una joven que no cree en la monogamia, ingresó US$17.3 millones por los US$16.5 de Southpaw, el drama de un boxeador encarnado por Jake Gyllenhaal quien en el momento cumbre de su carrera sufre una tragedia personal que lo lleva a perderlo todo.