El féretro de roble con los restos de Hawking fue cubierto con un ramo de lirios blancos, como símbolo del universo, y rosas blancas, representando la estrella polar, la más visible en el polo norte.
Las flores, según la familia, fueron colocadas por los tres hijos del científico, Lucy, Robert y Tim Hawking.
Al llegar el cortejo fúnebre, las campanas del templo repicaron 76 veces, una por cada año de la vida de Hawking, quien padecía desde muy joven esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad que lo dejó en silla de ruedas y le obligó a comunicarse desde los años ochenta a través de un sintetizador de voz.
La gente que esperaba el féretro se fundió en un silencioso aplauso al llegar el ataúd, en una jornada fría y lluviosa en Cambridge (sur de Inglaterra), donde el científico era admirado.
Hoy también, las banderas del colegio Gonville & Caius y del de Trinity Hall, de la universidad, permanecieron a media asta en honor de Hawking, que ostentaba la cátedra de matemática Lucasiana.
Durante el funeral, Redmayne leyó un pasaje del libro del Eclesiastés, del Antiguo Testamento, y también hizo lo mismo el astrónomo Martin Rees, mientras que el hijo mayor de Hawking, Robert, y el profesor Fay Dowker, antiguo alumno del científico, fueron los encargados de pronunciar los halagos al cosmólogo.
El funeral fue oficiado por el reverendo Cally Hammond, deán de Gonville & Caius, del que Hawking fue miembro durante 52 años y donde dedicó tiempo al estudio de los agujeros negros.
Al servicio también asistió el guitarrista del grupo Queen, Brian May, quien es además astrofísico.
Tras el funeral, los invitados acudieron a una recepción privada que tuvo lugar en el Trinity College de Cambridge, uno de los colegios más reputados de esta institución académica.
El libro de condolencias, abierto el día de su muerte, permaneció el sábado en Gonville & Caius, para que el público pueda firmarlo.
Las cenizas de Hawking serán colocadas junto a la tumba de Isaac Newton en la Abadía de Westminster, en Londres, durante un servicio religioso que tendrá lugar el próximo 15 de junio.
Las cenizas de Hawking estarán también cerca del lugar donde está enterrado el naturalista británico Charles Darwin.
El prestigioso científico, que rechazó el título de caballero que le ofreció en su día la reina Isabel II, contribuyó a establecer las bases de la cosmología moderna y se convirtió en un icono de la cultura popular y tan adorado como una estrella de rock.
La voz robótica del sintetizador con el que Hawking se vio obligado a comunicarse a partir de 1985 y su figura inmóvil en una silla de ruedas aparecieron en multitud de programas y series de televisión, como The Simpson, Star Trek y The Big Bang Theory.
Su salto a la fama lo había propiciado el libro A Brief History of Time, en el que en 1988 explicó en un lenguaje accesible los últimos descubrimientos sobre la naturaleza de los agujeros negros y el origen del Universo, campos de los que él mismo había sentado las bases matemáticas.