Escenario

Álvaro Reyes: violinista, maestro y trotamundos

El músico guatemalteco Álvaro Reyes ha cautivado con sus interpretaciones clásicas en escenarios nacionales y extranjeros.

El guatemalteco Álvaro Reyes ha destacado como músico dentro y fuera del país (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández).

El guatemalteco Álvaro Reyes ha destacado como músico dentro y fuera del país (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández).

Lo que comenzó como un tormento terminó por convertirse en su gran pasión. Álvaro Reyes es un trotamundos que con violín en las manos se ha presentado en los escenarios más importantes de la música académica a escala internacional.


El violinista sonríe al recordar que  al principio aprender música fue un martirio para él, pues su maestro era intimidante; sin embargo, continuó con su formación gracias a la motivación de sus padres, pero cuando empezó a recibir lecciones de violín se enamoró del instrumento.

“Mi papá vio una fila de gente muy larga en un lugar de zona 1, algo que despertó su curiosidad. Cuando se acercó y preguntó de qué se trataba le dijeron que era para la inscripción  en un programa musical del conservatorio que estaba dirigido a  niños. A él le interesó que mi hermano y yo participáramos. Así fue como todo empezó”, cuenta el músico.

Actualmente Reyes es el primer asistente de violín concertino —violín principal— de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), cargo que ocupa desde hace más de 10 años.

El violinista asegura que en septiembre de 2004 ingresó a la OSN como practicante y poco a poco fue escalando hasta obtener el puesto que ocupa actualmente. Un año más tarde la sinfónica organizó un concurso para violines y obtuvo el primer lugar. La habilidad que mostró en la competencia le sirvió para ejecutar un concierto como solista y estuvo acompañado por la orquesta.

“Yo estaba muy nervioso  porque todos mis maestros estaban ahí escuchándome como solista. Recuerdo que muchas personas que ahora son talentosos violinistas me vieron ese día y eso los motivó para elegir ese instrumento, según lo que ellos me han contado”, dice Reyes.

El músico asegura que desde el comienzo demostró ser un alumno destacado y aunque al principio al tocar salía un sonido  ruidoso y molesto, al cabo de unos meses era  más afinado y agradable.

“En mi casa me decían que no les gustaba escucharme porque sonaba como un gato ahorcado, pero a los meses me empezaron a dejar lecciones de los libros básicos de violín y las completaba muy rápido, lo que mejoró mi técnica”, agrega Reyes.

La habilidad que el violinista adquirió con su constante esfuerzo no pasó desapercibida ante sus maestros, quienes constantemente le otorgaban diplomas para reconocer que era un alumno destacado.

“Hubo momentos en que me daban ganas de tirar la toalla, especialmente cuando un maestro me echaba de la clase porque no lograba completar una melodía. Era un niño y para mí era frustrante”, recuerda Reyes.

Orquesta juvenil

Luego de la Firma de la Paz, en 1996, hubo una iniciativa para conformar una orquesta juvenil, la cual fue nombrada Orquesta de la Paz, y en 1998 se le cambió el nombre a Orquesta Juvenil Jesús Castillo.

Reyes formó parte de esa iniciativa desde sus comienzos. Primero estuvo como último violín hasta que llegó a convertirse en el concertino.

Por el mundo


Cuando estaba en la orquesta juvenil, su maestro Igor Sarmientos recibió una carta en la que se le pedía que hiciera audiciones porque buscaban talentos para formar una orquesta juvenil con integrantes de toda América. Solamente Reyes y una compañera fueron seleccionados.

Durante 9 años Reyes perteneció a la Orquesta Juvenil de las Américas, con la que viajó a varios países de América, Europa y Asia, donde se presentó en los teatros de conciertos más importantes del mundo.

Docencia

La visión de Reyes es promover la música clásica en Guatemala.  Durante su carrera ha impartido clases en varias instituciones como el Conservatorio Nacional de Música, la Escuela Municipal de Música y Artecentro de Fundación Paiz.  También ha llevado sus enseñanzas al  Programa Visión Mundial en San Juan Sacatepéquez y a la Escuela Superior de Arte de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

Reyes dice que enseñó música durante cinco años, pero estaba tan saturado que no le quedaba tiempo para estudiar y practicar el violín, motivo por el cual dejó la docencia, una profesión a la que espera regresar pronto.

“No me he ido de Guatemala porque quiero seguir enseñando, No me he querido ir porque siento que tengo la responsabilidad de promover la música en el país”, asegura el violinista.

Reyes también es uno de los fundadores del Cuarteto Asturias, agrupación que durante más de 10 años ha promovido la interpretación de melodías clásicas y populares. Este proyecto actualmente está en receso y se encuentra en proceso de renovación.

La transformación constante es uno de los fundamentos de vida de este violinista guatemalteco, quien asegura que la evolución es necesaria para cualquier persona que trae el arte en las venas.

ESCRITO POR:

Pablo Juárez

Periodista de Prensa Libre y Guatevisión multiplataforma especializado en arte, cultura y producción audiovisual con 11 años de experiencia. Productor de la emisión comunitaria de Noticiero Guatevisión.