Los ejemplos más conocidos son los estrenos de pesos pesados como Brad Pitt, quien se había aventurado en la televisión pero principalmente usó su influencia para ayudar a producir películas como la ganadora del Óscar 12 años de esclavitud y Selma.
Ahora Pitt está incursionando seriamente en la pantalla chica como productor de la miniserie de próximo estreno Lewis and Clark y la serie de duración limitada Feud.
Mucho talento
Aunque las responsabilidades varían según el proyecto, las labores de un productor o equipo de producción incluye obtener financiamiento y supervisar la elección del elenco, guiones y al director.
Entre tantas películas y series que compiten por la audiencia, la participación de una celebridad detrás de las cámaras funciona para despertar el interés del público.
El recién ganador del Óscar Leonardo DiCaprio, ha participado en la producción de 15 proyectos de televisión y también de cine. En algunos actuó —El aviador y El lobo de Wall Street—, pero tiene en lista diez propuestas más.
Antonio Banderas también ha experimentado ese otro mundo del cine. El español probó suerte con la serie American Housewife para HBO, pero también en la producción de las cintas 3 días, El camino de los ingleses, Justin y la espada del valor, entre otras.
Se abre la brecha
En una industria en la que los hombres dominan los trabajos delante y detrás de las cámaras, producir les da a las mujeres influencia.
La actriz Reese Witherspoon producirá y protagonizará la serie Big Little Lies. Es más, su empresa de producción se ha enfocado en proyectos de cine y televisión con protagonistas femeninas.
Sandra Bullock también ha probado suerte detrás de cámaras. La primera cinta que produjo fue Siempre queda el amor, en la que también actuó. De ahí siguieron títulos como Miss Simpatía, Blanco perfecto, Loca obsesión y La propuesta.
Tina Fey es otro de los ejemplos. Ella ha estado atrás de series como Great News y la película The Taliban Shuffle. El año pasado se postuló para producir la gala de los Óscar.
Entre los pioneros
En 1919, Charlie Chaplin se asoció con el director D.W. Griffith y otros actores para fundar el estudio United Artists, y es uno de los pioneros en pasar de actor a productor.
Desilu Productions, de Lucille Ball y Desi Arnaz, se creó en los primeros años de la televisión con I Love Lucy y creció hasta convertirse en un importante estudio independiente, con créditos que incluyen episodios de Misión: Imposible y Star Trek.