Crespo
Precisamente este tipo es el que está en boga, y la tendencia no es un colocho apretado, sino en forma entubada, voluminoso y largo.
Existen dos clases de rizos: macho y hembra. El primero es grueso y abundante, y el segundo (fino y flojo). Ambos deben mantenerse hidratados para evitar que se resequen.
Conviene que lo lave tres veces por semana y aplique un tratamiento para marcar las ondulaciones, por ejemplo spray de brillo y crema de silicona.
Utilice un cepillo con cerdas naturales, y un peine con dientes abiertos para desenredarlo, así evitará que se reviente, sugiere la estilista profesional Mely Martínez del salón Evolution.
De día puede llevarlo suelto, pero por la noche recójalo utilizando peinetas o moños postizos.
Largos o cortos
La cabellera lacia permite un libre estilo de corte, siempre que esté acorde al gusto del cliente y tipo de rostro.
En la actualidad se hace énfasis en el color; siguen predominando diversas tonalidades de beige, café y rojo.
Entre las técnicas modernas están la tridimensional progresiva: bases oscuras y medias a claras; se tiñe toda la cabellera. Así como el llamado movimiento brillo suave: tres colores en la parte baja de la cabeza y encima mechas; o el ?papch contrast?: los colores se aplican en triángulos en contrastes suaves.
Y el Oxo: variación de tintes en la frente, y movimiento y profundidad (de la altura de las orejas hacia abajo), explica la estilista Olga Espinoza del salón Mujer Bonita.
Debe lavarse dos o tres veces por semana.
Cabello seco
Al carecer de grasa natural suele ser muy fino y quebradizo. Por su fragilidad, no es capaz de tolerar la acción del sol y empeora al exponerse al viento, estrés y al tener una inadecuada dieta (deficiente de vitaminas y minerales), explica la nutricionista Iris Cotto, del Centro de Asesoría y Alimentación, de la Universidad de San Carlos.
Otro factor que influye es el mal cuidado luego de haberse aplicado un tinte o permanente, incluso el uso de productos no aptos.
En estos casos ayudan los tratamientos con proteínas y minerales para obtener una hidratación profunda.
Por ejemplo, uno a base de aguacate con aceite de oliva es ideal (aplicarlo por 15 minutos sólo en las puntas, una vez a la semana).
También conviene un masaje capilar diario para estimular la secreción de las glándulas sebáceas y así producir grasa.
Es aconsejable evitar teñirlo o hacerse base, y al cepillarlo, preferir uno de cerdas naturales y con puntas redondas. Hágalo en forma suave y que el aire del secador no sea muy caliente.
Excesiva grasa
Aspecto lustroso y separado en mechones apelmazados es la característica de estas cabelleras.
La secreción de sebo es superior a lo normal, por lo general ocurre por consumir alimentos grasosos, también suele producirse por efectos secundarios de ciertos medicamentos, como los antidepresivos.
Lo ideal es usar un champú para cabello con estas características, y lavarlo con agua fría para que se cierren los poros y disminuya la grasa.
Tanto su higiene como el cepillado debe hacerse con la mayor suavidad posible, para no estimular la actividad de las glándulas.
El tratamiento con avena es favorable. Ésta puede disolverla en agua, hasta formar una pasta y luego aplicarla por 15 minutos en el cuero cabelludo, una vez por semana durante un mes, añade Martínez.
Los números telefónicos de los profesionales entrevistados son Estilistas Mely Martínez 2251-2125; Olga Espinoza 2435-3940; nutricionista Iris Cotto 5402-3667.
Salud: Más cuidados
El ?pelo? tiene una estructura dura por la queratina que lo conforma, y cada mes crece un centímetro.
Es normal que mueran o caigan 50 ó 100 por día.
Para que mantenga su brillo, sedosidad y vida, conviene cortarlo cada dos meses.
Mantenga una dieta balanceada, rica en vitamina A y minerales.
Use el champú para cada tipo: seco, graso o normal.