Vida

¡Embarazada!

¿Qué me podría pasar?

?Durante la gestación las mujeres requieren cuidados, tanto para su propio bienestar como el de su bebé?.

“Pueden experimentar ciertos síntomas, en ningún momento deben considerar esta etapa como una enfermedad?, señala la ginecóloga y obstetra Patricia Andrade, de la Asociación pro Bienestar de la Familia, Aprofam.

De igual manera opina el ginecólogo y obstetra Juan Carlos Monzón Bonatti, del hospital Herrera Llerandi, ya que según explica, tanto la menstruación como los embarazos ocurren en mujeres sanas, y por lo mismo no tienen que estar plagados de malestares.

?Las mujeres que piensen positivamente sobre su condición estarán más libres de dudas y complejos. Dejarán de angustiarse si no padecen náuseas o mareos, por ejemplo, malestares que popularmente se cree que deben sufrir sin excepción las futuras madres?, expresa Monzón.

También es importante considerar que muchas veces las manifestaciones clínicas dependen de cómo ha aceptado la noticia de la venida de un hijo, enfatiza Andrade. Por lo general, quienes no desean tener al bebé experimentan más dolores de cabeza y otras molestias que quienes sí esperan ilusionadas el nacimiento del pequeño.

Entre los síntomas o signos que comúnmente presentan las madres durante el crecimiento intrauterino del bebé, pero que no implica que deben ?sufrir? todas las embarazadas, están los siguientes

Náuseas

El aumento de la producción hormonal femenina incrementa las secreciones gástricas, provocando esta molestia que puede estar acompañada de vómitos, mareos y malestar general. Para aliviarlas, los médicos prescriben algún medicamento, pero cuando los vómitos son incontrolables, y hay deshidratación, es necesaria la administración de soluciones intravenosas; hay que descartar gastritis, reflujo y cualquier problema estomacal. Respecto de los mareos, la ginecóloga Andrade explica que son ocasionados por los cambios circulatorios a los que debe adaptarse el organismo, ya que el corazón tiene que bombear más sangre para suplir los requerimientos del nuevo ser. También surgen cuando se padece anemia o no se está comiendo saludable.

Trastornos urinarios

Se presentan con frecuencia en cualquier etapa del embarazo. Por ejemplo, las señoras sienten deseos de ir al baño muy a menudo porque la cavidad pélvica donde se desarrolla el bebé comprime la vejiga, y al no permitir que se llene al máximo, la necesidad de vaciarla es constante.

Esta situación incide en que las mujeres ya no quieran tomar agua y surge el riesgo de una infección. Además, están propensas porque sus defensas disminuyen, y si la orina está concentrada las bacterias se reproducen más rápido. Según el grado de infección que padezcan se les prescribe medicamentos y, por supuesto, se les recomienda ingerir abundantes líquidos, de preferencia agua pura o jugos naturales, y evitar las bebidas carbonatadas o con preservantes.

Dificultad para respirar

Casi siempre aparece en el tercer trimestre del embarazo, porque el bebé gana peso y ocasiona la compresión de los pulmones. Éstos, al no distendirse en su totalidad, causan sofocación y fatiga; es recomendable respirar profundo y lento, no sólo para aliviar las molestias sino también para que el momento del parto sea más tranquilo.

Dolor

Se experimenta sobre todo en el área lumbar, porque el peso del bebé fuerza el cuerpo hacia adelante. A veces las primigestas asocian este dolor con el de las contracciones; sin embargo, éstas últimas se caracterizan por el endurecimiento del abdomen, producen un dolor tipo cólico, que aparece, se va y luego surge otra vez. Se recomienda descansar en una cama semidura, sin permanecer totalmente inmóviles. Mientras estén sentadas deben cambiar periódicamente de posición y buscar apoyo cuando vayan a ponerse de pie, de igual manera tienen que ser cuidadosas al agacharse a recoger algún objeto. En cuanto a los dolores de cabeza o cefaleas durante el primer trimestre, son casi siempre tensionales, pero si continúan presentándose después de esta etapa y con mayor intensidad, hay que consultar al médico, porque pueden ser síntoma de preeclampsia (incremento de la presión arterial durante el embarazo).

Edema o hinchazón

Se origina por una mala circulación de retorno; se presenta particularmente en las extremidades inferiores y es más notoria en mujeres con sobrepeso. Cuando también resultan involucrados cara, manos y brazos, es síntoma de que hay alguna patología que debe investigarse. Hay cremas que pueden aplicarse para el dolor, y es aconsejable colocar los pies en alto o darse un masaje friccionando desde la punta de los pies hacia el muslo.

Manchas y ojeras

El paño o cloasma, aparece con más frecuencia en el rostro de mujeres de tez clara y piel sensible; además, los rayos solares pueden intensificarlas. Por ello se recomienda el uso de protectores solares. Las ojeras pueden estar producidas por deshidratación, en especial durante el primer trimestre. También surgen por falta de sueño.

Estreñimiento

Consumir alimentos carentes de fibra ocasiona problemas en la evacuación fecal. Acostúmbrese a tomar agua pura o jugos naturales para mejorar el tránsito intestinal.

Visión

Ésta debe ser normal, pero si empieza a ser borrosa, acompañada de náuseas y dolor de cabeza consulte al oftalmólogo.

Piel

Debajo del ombligo aparece una mancha oscura conocida como línea Alba, acompañada de vellos que no deben rasurarse; tanto el oscurecimiento en esta área y en la de los pezones es transitoria.

Presión arterial

Los cambios ocurren en el segundo y tercer trimestre, por el proceso de adaptación del organismo. No obstante, si incrementa demasiado hay que descartar preeclampsia.

En movimiento

Hay madres que desean sentir los movimientos de su bebé de inmediato, pero éstos empiezan a partir del cuarto mes. Y algo muy importante, después que inician, no deben dejar de percibirlos. Si esto ocurre, acuda enseguida al consultorio médico.

Venas

Las pacientes con tendencia a padecer de várices, las desarrollan; en quienes ya están presentes se complican. Este trastorno venoso también puede aparecer en la vulva y a nivel rectal, por lo que el control médico es indispensable.

Estrías

Surgen porque conforme crece el vientre, la piel se distiende y hay comezón. Para aliviar las molestias se recomienda la aplicación de cremas hidratantes.

Los antojos

En términos científicos son llamados ?picas?, y surgen porque el cuerpo requiere determinados nutrimentos que se encuentran en la comida deseada. En otros casos, se trata sólo de querer consentirse y darse ?gustos?. Por eso, lo ideal es consumir una dieta balanceada que garantice la adquisición de las vitaminas y minerales que se necesitan, explica Monzón.

Hemorragias

No son normales en una mujer embarazada, y aunque tampoco en todas las ocasiones significan amenaza de aborto, si hay sangrado puede tratarse de una patología específica como, por ejemplo, placenta previa, y hay que consultar al ginecólogo de inmediato, advierte Andrade.

Mientras, los flujos vaginales abundantes, con mal olor y que causan picazón o ardor, pueden deberse a una infección urinaria. También hay que acudir al médico.

Tamaño y peso: Una mujer embarazada en promedio debe aumentar una libra por semana, para que al término de los nueve meses sumen de 25 a 30 libras.

Si hay discordancia entre el tamaño del vientre y la edad gestacional, cabría la posibilidad que exista retraso del crecimiento o error en el cálculo de la concepción. También puede ocurrir que el vientre esté muy crecido por exceso de líquido amniótico, aspecto que podría significar la presencia de alguna anomalía fetal.

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