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La conferencia detalló que dos grandes sequías resultaron en el declive y despoblación de esta gran civilización. Ya en 1912, los arqueólogos indicaban que un cambio en el clima pudo haber contribuido al declive de los mayas.
Los registros arqueológicos realizados han confirmado que después de un largo período de crecimiento de la población, esta área de densas tierras agrícolas y ciudades fueron abandonadas en pocos cientos de años y cubiertas por el bosque tropical.
Las primeras teorías, sugieren que en períodos de mucha lluvia habían aumentado las enfermedades. En la década de 1990, nuevos hallazgos apuntaba en la otra dirección: que la falta de agua había provocado el declive.
Nuevas tecnologías han permitido determinar nuevas evidencias, entre las más destacadas, los depósitos minerales en el fondo del lago Chichancanab en Yucatán que muestran lo que Turner llamó “una mega sequía”, períodos prolongados de precipitación significativamente menor. La luminiscencia en las estalagmitas en el las cuevas del Río Macal en Belice, proporciona una prueba química adicional de años de “desecación significativa” durante la era de 750 a alrededor de 1150, mientras que otras fuentes, como los lípidos de cera de las hojas de los alrededores del lago Salpeten en Guatemala, ofrecen evidencia más verificable en fechas que muestra no solo que no había agua y hasta escasez.
Ahora se tienen datos temporales mejores así como señales relativamente consistentes, una gran cantidad de fuentes y muestras diferentes, y todos brindan datos similares, se tiene evidencia consistente de que la sequía fue real y que todos los datos de todos los sitios trazados muestran siete grandes períodos de sequía durante el tiempo estudiado, resaltando dos “grandes interludios secos” que ocurrieron durante el período, aproximadamente del 850 al 1000 d.C., cuando la civilización maya parece haberse derrumbado.
Aún quedan muchas preguntas, entre ellas: los mayas no solo habían sobrevivido a las cinco sequías anteriores, sino que habían continuado construyendo y creciendo. Entonces, ¿por qué no pudieron resistir las dos últimas?
La evidencia sugiere que el éxito de los mayas puede haber sido también una causa de su declive, aumentando su vulnerabilidad y disminuyendo su capacidad para lidiar con las consecuencias de condiciones más duras y secas, pues incluso antes de que la evidencia del LIDAR revelara su extensión, se sabía que el mundo maya estaba muy densamente poblado, posiblemente demasiado.