Los hombres entre 40 y 70 años están dentro del 50 por ciento de quienes padecen problemas relacionados con la erección. Además, pueden desarrollar cáncer de próstata, prostatitis, hiperplasia prostática o cáncer de testículos. La disfunción eréctil es señal del síndrome de deficiencia de testosterona o hipogonadismo, caracterizado por la disminución de esta hormona sexual masculina en la sangre, derivada de la edad o afecciones testiculares.
Se calcula que un 25 por ciento de los hombres entre esas edades padece este síndrome, el cual se diagnostica, principalmente, mediante análisis de los niveles de testosterona.
Patología
Entre los síntomas de esta afección se puede mencionar la disminución del deseo sexual, de la calidad o frecuencia de la erección; pérdida de masa corporal o fuerza muscular, cambios de estado de ánimo, mal funcionamiento de la capacidad cognitiva, trastornos del sueño y alteraciones de la piel y vello.
El aumento del perímetro abdominal está directamente relacionado con la falta de testosterona y con otras condiciones subyacentes: hipertensión arterial, colesterol alto y diabetes. El rango ideal de la circunferencia del abdomen debe medir menos de 94 centímetros. Además de mantener el peso ideal, es necesario adoptar un estilo de vida saludable.
Es importante consultar al urólogo, ya que el funcionamiento adecuado o inadecuado de la erección podría estar relacionado con el desempeño general de la salud masculina.