Sin embargo, si se le dificulta evitar el consumo de bebidas y alimentos enlatados, así como emplear servilletas de papel, incluya en sus enseres cajas de cartón o bolsas adecuadas para depositar por separado los desechos: orgánicos (cáscara de frutas o verduras, sobras del menú), e inorgánicos (envases de vidrio o plástico, bolsas de éste último material, papel aluminio, etc.), que resulten de su pic-nic.
A su vez, éstas déjelas en los recipientes que para tal fin existan en el centro turístico al que haya asistido, o mejor aún, regrese con ellas a casa para entregarlas al recolector de basura privado o municipal y asegurarse que terminarán en un relleno sanitario apropiado, recomienda Juan Carlos Godoy, biólogo con especialidad en el manejo de Áreas Protegidas, del Programa Ambiental Regional para Centroamérica (Proarca).
Cuando contrariamente a lo anterior, usted deja en cualquier sitio los materiales descartables, contribuye a que formen parte de botaderos clandestinos, como ocurre con casi el 70 u 80% de los residuos generados por la población centroamericana.
Y lo que es peor, que debido a la acción del viento y la lluvia, sean arrastrados a los ríos cercanos y finalicen en alguna zona biológica, señala la Guía de campo para mejorar el Manejo de Desechos Sólidos en Parques Nacionales y Reservas Naturales de Centroamérica, elaborada por Proarca con el apoyo de la Oficina Regional para el Desarrollo Sostenible de la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos y The Nature Conservancy.
¿Qué tal con fuego?
La quema de basura en toneles puede emitir hasta 17 veces más el total de sustancias tóxicas que un incinerador municipal.
Las bajas temperaturas y otras condiciones locales asociadas con la destrucción de desechos sólidos por esta vía, dan lugar a la combustión incompleta e incremento de la contaminación, señala la Agencia Norteamericana de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), que ha financiado estudios para analizar este tipo de daño. ¡Así que olvídelo!
Piense en grande
Usted ha pagado por las cosas que tira: el precio de una soda no sólo incluye el valor del líquido sino también del envase, y éste lo lanza a la basura.
Por lo tanto, la opción más rentable a nivel individual y colectivo, es disminuir la cantidad de productos desechables que adquiere o preferir los retornables.
De esta manera protege el ecosistema y previene la formación de sustancias tóxicas volátiles.
También puede reusar lo que aún sirva. ¿Qué le parece? ?La basura es un buen negocio, aprenda a sacarle provecho?, enfatiza Godoy. Puede empezar convirtiendo los recipientes plásticos en macetas, las llantas en columpios y los restos de vegetales y fruta en abono.
Es cuestión de que se informe al respecto y desarrolle su conciencia ecológica.
Los números telefónicos de los entrevistados son: Biólogo Juan Carlos Godoy: 2360-9513;
Romeo soto: 2440-4615.
Tome nota: Daño prolongado
Los desechos sólidos demoran demasiado tiempo en degradarse. Dése una idea:
Botellas de vidrio: 1 millón de años
Latas de aluminio: 80-100 años
Suelas de caucho: 50-80 años
Cuero: hasta 50 años
Tejidos sintéticos: 30-40 años
Carretes de película fotográfica: 20-30 años
Bolsas plásticas: 10-20 años
Colillas de cigarro: 1-5 años
Calcetines de lana: 1-5 años
Cáscaras de banano o naranja: 2-5 semanas
En sintonía: Limpia recreación
Romeo Soto, de la Unidad de Uso Público de la Fundación para el Ecodesarrollo y la Conservación de la Naturaleza (Fundaeco), indica que entre más virgen sea una zona, más responsabilidad tienen los visitantes de cuidarla.
Antes de adentrarse en un área natural, averigüe cuál es el recorrido, qué clase de equipo y vestimenta debe llevar.
Analice si está dispuesto a experimentar ciertos inconvenientes como no contar con servicios sanitarios.
Es probable que para hacer sus evacuaciones fisiológicas deba cavar un agujero de por lo menos 30 centímetros de profundidad y luego añadirle tierra.
En ningún momento arranque vegetación o capture animales de la región, puesto que al hacerlo destruye su hábitat, advierte Soto.
