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Ese tipo de síntomas por enfermedades alérgicas precisan un manejo integral, no sólo desde el punto de vista terapéutico, sino también orientando al paciente sobre cómo convivir mejor con su enfermedad, indica Antonio Valero, presidente de la SEAIC.
Por lo general esos malestares aparecen cuando el sistema inmunológico se equivoca de objetivo, el cual nos defiende de virus, bacterias y otros agentes capaces de causar enfermedades. Sin embargo, en algunas ocasiones identifica como peligroso algo que realmente no lo es, por ejemplo el polen, y reacciona de una manera exagerada para neutralizar esa supuesta amenaza.
Los especialistas de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) explican que hay un anticuerpo llamado inmunoglobulina E, cuya función es reconocer un agente extraño potencialmente peligroso sobre el que deben actuar las defensas.
En algunas personas, la inmunoglobulina E reacciona contra un agente generalmente inofensivo y, al unirse a él, induce una serie de mecanismos que desencadenan la liberación de mediadores inflamatorios que producen la reacción alérgica.
La opción de vacuna
El alergólogo señala que los síntomas más comunes en los ojos son picazón, lagrimeo, ojo rojo, hinchazón del párpado, aumento de la sensibilidad a la luz y sensación de arenilla.
En lo relativo a la nariz, suelen aparecer estornudos continuados, mucosidad transparente y líquida, escozor en la nariz, obstrucción nasal y pérdida de olfato.
En algunos casos esos síntomas se agravan cuando afectan a los bronquios, ocasionando tos, sensación de falta de aire, opresión en el pecho e incluso silbidos por el estrechamiento de los bronquios. Además, algunas personas llegan a tener reacciones cutáneas en forma de ronchas y prurito en la piel, según explica el doctor Moral.
El especialista subraya que nunca hay que automedicarse. En caso de tener síntomas alérgicos, se debe consultar con el médico. Asimismo, aconseja “pedir cita con el alergólogo para instaurar un tratamiento integral enfocado a tratar la causa de los síntomas”.
En este sentido, la SEAIC indica que la vacunación es el único tratamiento capaz de modificar el curso natural de la enfermedad alérgica. El procedimiento consiste en la administración de un extracto del alérgeno responsable de la enfermedad, mediante dosis progresivamente crecientes a intervalos regulares de tiempo, con la finalidad de inducir la tolerancia necesaria para controlar la respuesta alérgica.
Además, tanto el alergólogo como el médico de familia pueden prescribir antihistamínicos, unos fármacos que si bien no son la curan, ayudan a mitigar sus síntomas.
No obstante, como indica Antonio Valero, presidente de la SEAIC, “las enfermedades alérgicas precisan un manejo integral, no sólo desde el punto de vista terapéutico, sino también orientando al paciente sobre cómo convivir mejor con su enfermedad”.
En este sentido, el doctor Ángel Moral proporciona las siguientes recomendaciones para los alérgicos:
- Hay que mantenerse informados de los niveles de pólenes y eviten, tanto salir al campo como realizar actividades al aire libre, en días de alta polinización.
- Jamás deben podar árboles ni cortar el césped, ya que este último está compuesto de una mezcla de diferentes gramíneas que estimulan los síntomas.
- Si sale al exterior en días de alta polinización, debe usar gafas de sol y una mascarilla que le cubra la nariz y la boca.
- En casos extremos hay que utilizar mascarillas homologadas con ajuste hermético moldeable a nivel de la nariz para que no permita el paso de partículas.
Consejos caseros
- Cuando una persona con alergia al polen llega a casa, debe darse un baño y cambiarse de ropa pues puede tener polen en el cabello y en las prendas que ha llevado puestas en la calle.
- Hay que evitar tender la ropa en el exterior los días de viento porque va a recoger pólenes.
- Hay que mantener las ventanas de la casa cerradas y ventilar la vivienda en las primeras horas del día o por la noche, pero por un tiempo reducido. En este sentido, el Moral explica que la mayoría de las plantas “liberan sus pólenes coincidiendo con las horas de mayor temperatura y más luz, por lo que las mayores concentraciones de pólenes suelen producirse entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde”.
- Si hay que viajar al interior de la ciudad habrá que hacerlo con las ventanillas del vehículo bien cerradas y utilizar un filtro anti polen, que deberá ser sustituido periódicamente.
- Colocar en casa purificadores de aire, los cuales logran filtrar la mayoría de las partículas ambientales de pequeño tamaño, por lo que pueden proporcionar un control ambiental adecuado para las personas alérgicas en espacios cerrados.
EFE
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