Volver a servirse no antes de que la copa esté vacía: pequeños cambios de conducta pueden ayudar a reducir el consumo de alcohol. Foto Prensa Libre: Christin Klose/dpa
Si se tiene el objetivo de beber menos alcohol, en primer lugar es recomendable hacerse una imagen realista de cuánto se está consumiendo.
Para esto puede ser de ayuda llevar un diario sobre la ingesta de alcohol, en el que hay que anotar durante varias semanas cuándo se beben bebidas alcohólicas y en qué cantidad.
Este diario no solo permite tener un panorama claro de cuánto se consume. También hace que se puedan observar las costumbres a la hora de beber, es decir, en qué situaciones se opta por una cerveza o un vino.
Muchas personas, por ejemplo, beben alcohol por la noche para bajar el nivel de estrés, cuando ya están en el sofá mirando televisión.
Si se tiene un panorama del consumo, resulta más fácil reducir las cantidades. Los expertos enumeran algunos consejos prácticos:
1. Beber mucha agua y otras bebidas no alcohólicas para acompañar bebidas que contienen alcohol.
2. Beber lentamente, de a pequeños sorbos, y dejar el vaso o la copa sobre la mesa entre sorbo y sorbo.
3. Volver a servirse hasta que se vació la copa por completo.
4. Planificar actividades en las que no se puede beber alcohol.
5. Pasarse al agua apenas se empieza a sentir mareado.