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Los residuos de comida, junto con la saliva y sus minerales, son elementos que contribuyen a la placa bacteriana en los dientes. Posteriormente se forma el sarro, y las bacterias invaden las raíces de los dientes, debilitándolas y generando la pérdida de piezas y mal aliento.
De acuerdo con Jorge Carrera, veterinario, el cuidar la salud bucal de las mascotas ayuda a evitar que se pierdan piezas dentales, dolor al masticar, a evitar trastornos en la digestión, problemas cardiacos, infecciones en órganos, como los riñones, o el mal aliento. Una simple acción podría dar mejor calidad de vida a los animales de compañía.
Cepillado de dientes
Una de las formas más comunes de cuidar la salud bucal es lavándoles los dientes. Aunque parezca un reto, limpiarle la boca una vez al día con pasta dental especial para mascotas y cepillo de dientes evita muchas molestias. “Varias mascotas no disfrutan de este hábito, por eso lo ideal es acostumbrarlos desde cachorros y que la pasta dental no sea de sabor fuerte, para que les guste y sea más fácil cepillarlos”, recomienda Carrera.
Lo ideal es empezar entre los seis y ocho meses, edad cuando la mayoría de los gatos y perros han cambiado dentadura y están en etapa de socialización. No obstante, cuando ya son adultos, la limpieza puede ser complicada ya que los animales tendrán miedo y se pondrán nerviosos al sentir un sabor nuevo en su boca, lo que posiblemente provoque la huida o agresividad hacia sus dueños.
Es importante que no utilice pasta dental para humanos, ya que podría ser muy dañino y causar una intoxicación a su mascota. Existen diferentes tipos de cepillos, algunos parecidos a los de uso humano y otros que se colocan en el dedo de la persona, para que sea más fácil la manipulación y limpieza.
Gatos
Para cepillar a un gato es aconsejable que cree un ambiente tranquilo, en el que el animal se sienta relajado y cómodo. Puede comenzar colocándole un poco de dentífrico en sus patas, para que lo lama y sienta el sabor. Con una sábana, puede envolverlo, dejando toda su cabeza al descubierto. Es importante que el felino continúe tranquilo, por lo que puede optar por acariciarle y dedicarle palabras afectuosas. La idea es que asocie la experiencia con cosas agradables, de lo contrario la próxima vez será más difícil.
Al tenerlo agarrado, levante suavemente su labio superior y empiece a cepillar de forma delicada y descendente la parte exterior de los dientes. Asegúrese de retirar los residuos de comida y sociedad. Luego, cepille la parte interior de los dientes, utilizando la misma técnica. No es necesario enjuagar, pero permita que el gato beba agua si lo desea.
Perros
Debido a que cada perro es diferente, hay que tener cuidado con los que son agresivos y tienen tendencia a morder. Como en el caso de los gatos, es importante hacer que esta experiencia sea de agrado para el animal, tener paciencia y calma para conseguir el objetivo.
Lávese las manos y colóquese un poco de pasta de dientes en su dedo índice. Deje que el perro huela y lama la pasta. Repita este proceso varias veces para que el animal se adapte al sabor y vea que no es nada malo lo que le pasará al tenerla en la boca.
Después de acostumbrarlo al sabor, coloque un poco de dentífrico en su dedo índice y coloque la pasta suavemente en los dientes y las encías de su mascota. No introduzca su dedo más allá del punto en que el perro se sienta cómodo. Repita esta acción varias veces.
Para cepillarlo con el cepillo de dientes, prepare el utensilio con agua y dentífrico. Permita que el perro lama un poco la pasta y después, con suavidad, sujete el hocico del perro y empiece a cepillar suavemente los colmillos, con movimientos verticales y con el cepillo de dientes en ángulo hacia la línea de la encía, lleve el cepillo desde la encía hasta el extremo del diente.
Gabriela Girón, veterinaria, comenta que mientras la mascota se acostumbra a esta acción, puede cepillar una vez cada tipo de dientes. Es decir, cepille primero solo los colmillos durante los próximos cinco días, antes de comenzar a cepillar los demás.
Una vez haya pasado ese tiempo, continúe con los dientes caninos. Al igual que la técnica anterior, abra la boca de su perro, introduzca el cepillo, limpie los colmillos por lo menos cinco minutos, y después los caninos en movimientos verticales. En los próximos cinco días ya cepille todos los dientes, terminando con los incisivos. Gradualmente, aumente el tiempo de duración del cepillado.
Juguetes dentales
Si le resulta muy difícil cepillar los dientes de su mascota, puede optar por juguetes especiales o huesos dentales que aumentan la segregación de saliva, lo que ayuda controlar la placa bacteriana.
Además, es importante que considere una limpieza bucal profesional cada año. En su visita anual al veterinario, consulte al experto la salud de los dientes de su mascota, de esta forma podrá planificar una cita próxima para realizar una limpieza. Algunas razas de perros requieren una limpieza cada tres meses o cada año.