Ciencia

Vacuna contra el covid-19 podrá distribuirse de forma “global y simultánea” para asegurar su eficacia

Aunque aún hacen falta estudios para determinar costo, cantidad de dosis y durabilidad inmunológica de las vacunas para el covid-19, el desarrollo de las mismas va a paso acelerado.

Lo que ha provocado la pandemia por el nuevo coronavirus SARS-Cov-2 es un desafío único a la comunidad científica y sanitaria mundial, que acelera las investigaciones para asegurar la pronta salida al mercado de una vacuna que ayude a salvar millones de vidas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que en la actualidad hay 129 vacunas en estudio preclínico, de las cuales 25 son candidatas para estudios y cuatro de ellas están en la última fase antes de autorizar su distribución y comercialización.

Aunque muchas de estas vacunas podrán estar a disposición de la población en el 2021, los científicos y farmacéuticos siguen avanzando para aclarar muchas de las dudas que aún prevalecen.

Una de ellas está relacionada con su distribución y comercialización, el costo al público y el tiempo de durabilidad inmunológica.

En un diálogo con periodistas de la región, donde también participó Prensa Libre, cuatro farmacéuticas coincidieron en que desean que la distribución sea de forma simultánea entre todos los países, sin privilegiar el nivel e ingresos económicos de cada uno.

“Queremos que esta vacuna llegue en forma simultánea a todos los países. Si hacemos una distribución gradual, no lograremos el impacto contra el virus que estamos buscando”, explicó Graciela Morales, de la farmacéutica Pfizer.

Josué Bacaltchuk, de Janssen Latinoamérica, también explicó que la prioridad es proporcionar una vacuna asequible a un precio único global, aunque los costos aún no se han establecido, ya que esto depende de cuántas dosis serán necesarias para que la persona pueda sobrellevar el virus sin mayor complicación.

Sin embargo, el asegurar la distribución global de manera simultánea y a un costo accesible depende de qué tan grandes y fuertes son los sistemas de salud de cada país para poder implementar la logística y que se llegue a toda la población.

El Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha señalado que el desarrollo de una vacuna no solo depende de la ciencia que permite su creación y la inversión de riesgo para su fabricación, sino también del compromiso de los gobiernos para atender la capacidad que tienen sus sistemas de salud para asegurar el acceso y la distribución a la población.

“No sabemos aún si para la distribución requeriremos de una cadena de frío para su transporte y conservación, o cuántas dosis se deberán aplicar a cada persona”, dijo por su parte Rafael Díaz Granados, de la farmacéutica Fifarma.

Una nueva tecnología

El proceso de desarrollo de una vacuna generalmente toma años, y pese a que los científicos se están apresurando para obtener resultados satisfactorios en cuestión de meses y responder así a la pandemia del coronavirus, los investigadores aseguran que esto no quiere decir que estén “tomando atajos” o saltándose los protocolos de seguridad para demostrar su eficacia.

La Universidad de Oxford, junto con la farmacéutica británica AstraZeneca, anunció los resultados positivos de su vacuna en los primeros ensayos. Esta inmunización es creada a través de un virus que causa resfriado común en chimpancés y que ha sido genéticamente modificado para que no cause infecciones en los humanos.

Según explicó Tosh Butt, representante de AstraZeneca para Latinoamérica, esa vacuna ha creado anticuerpos neutralizantes en dos dosis, y promete resultados esperanzadores.

La farmacéutica Pfizer es una de las que está implementando la tecnología ARN, que a diferencia de las vacunas convencionales, que es un antígeno que se inyecta en el cuerpo para que el sistema inmune genere anticuerpos, el ARN entra en las células, donde proporciona instrucciones para producir esos anticuerpos al sistema inmune y poder combatir eficazmente la infección.

La representante de Pfizer explicó que junto a acelerar el proceso clínico para lograr tener esta vacuna en algunos meses, están acelerando también el proceso de manufactura y poder contar con una producción suficiente para la demanda.

Actualmente, esta vacuna está en su fase 3, y si para octubre sus resultados son positivos, se podrán tener 1.3 billones de dosis para finales de año.

Los científicos han pedido esperar a que concluyan los estudios que siguen en marcha para establecer el tiempo de protección que estas vacunas proporcionarán.

Por ejemplo, para la inmunización de sarampión lograron crear una vacuna con durabilidad inmunológica de por vida; en cambio, hay unas que se utilizan para el virus de influenza que solo tienen un tiempo de protección de un año, y para establecer por cuánto tiempo las personas podrán estar protegidas del covid-19 se debe esperar más tiempo para conocer su eficacia.

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