“Es uno de los agujeros negros más grandes que se ha observado hasta ahora y cientos de veces mayor de lo que estimábamos para una galaxia de este tamaño”, afirmó el astrónomo holandés Remco van den Bosch, que lidera la investigación.
Los científicos creen que la mayoría de las galaxias, incluida la Vía Láctea, albergan en su seno un agujero negro súper masivo, y hasta ahora han hallado alrededor de noventa candidatos que podrían serlo.
Según esta hipótesis, la masa de este tipo de agujeros negros representa alrededor del 0.1 por ciento de la masa total del bulbo estelar de su galaxia -el grupo central de estrellas.
Sin embargo, la masa del agujero descubierto por Remco van den Bosch y su equipo supone el 14 por ciento de la masa total de su bulbo galáctico, 3 puntos más que el agujero más masivo descrito hasta ahora.
La diminuta galaxia, cuya masa es sólo una décima parte de nuestra Vía Láctea, “es una auténtica rareza” ya que “casi toda ella es un agujero negro y podría ser el primer objeto en un nuevo tipo de sistemas de galaxias-agujero negro”, señaló por su parte Karl Gebhardt de la Universidad de Texas (EEUU).
De hecho, el agujero descubierto es tan masivo que las estrellas que lo rodean se desplazan muy rápido y superan los 100 kilómetros por segundo (360 mil kilómetros por hora).
“La mayoría de estas estrellas están fuertemente influenciadas por la gravedad de su agujero negro, lo que hace que la galaxia sea muy compacta” , apuntó Van den Bosch, quien cree que este hallazgo “podría cambiar las teorías sobre cómo las galaxias se forman y evolucionan”.