Vida

Calma al natural

Ciertas hierbas le ayudarán a reducir el estrés

Es probable que no exista nada que perjudique tanto la calidad de vida como la ansiedad, la angustia, la preocupación o el nerviosismo, sumados a la imposibilidad de dormir.

Sin embargo, los remedios herbalistas constituyen una opción inocua y no adictiva para conseguir efectos relajantes.

Al respecto, el químico biólogo Armando Cáceres, del laboratorio Farmaya, explica que las plantas medicinales, de acuerdo con sus principios activos y actividad farmacológica, pueden emplearse como ansiolíticos o relajantes, sedantes e hipnóticos.

De éstas, las hierbas que pertenecen a los primeros tres grupos son las más seguras y confiables, porque reducen el estrés de manera natural y ayudan a conciliar el sueño, mientras que las plantas hipnóticas sí producen un estado de sopor y hasta intoxicación.

Asimismo, muchos de los fármacos que se prescriben para dormir son adictivos, aumentan su potencia con el alcohol y conllevan al ?síndrome de abstinencia? cuando se deja de ingerirlos.

¿Cuáles emplear?

Como ansiolítico, el hipérico (Hypericum perforatum) es la planta típica para tratar ansiedad e insomnio ocasionados -por ejemplo-, cuando ya es tarde en la noche y todavía falta que algún integrante de la familia llegue a casa; o cuando hay preocupación sobre cómo marchará el nuevo negocio.

En casos de nerviosismo, además de beber alguna infusión, también ayuda hacer ejercicio o eliminar la siesta, para que, posteriormente, se pueda descansar y dormir sin problema.

En cuanto a las plantas sedantes, que relajan e inducen al sueño de manera suave, las tres más utilizadas por su confiabilidad son la passiflora (Passiflora incarnata), el tilo (Tilia platyphyllos) y la valeriana (Valeriana officinalis), todas europeas, pero de la primera y la tercera sí hay equivalentes en el país.

Flor de pasión

Según explica Cáceres, existen muchas passifloras o granadillas -también conocidas como flor de pasión-; sin embargo, no todas tienen efectos sedantes. Por ejemplo, la Passiflora edulis es la única nativa de Guatemala, y sus propiedades relajantes están comprobadas científicamente. En cambio, carecen de estos efectos las granadillas de San José Poaquil y las que crecen en Mazatenango. Los compuestos químicos responsables de la actividad farmacológica son los flavonoides y el harmano.

Tilo

Este es un árbol originario de Europa y que no crece en América. Sin embargo, en el país popularmente la suplen con la Terstroemia tepezapote, a la que llaman tila, y la Justicia pectoralis, conocida como tilo cubano. De ambas sólo hay información empírica, no evidencia científica.

La actividad farmacológica del verdadero tilo proviene de su aceite esencial y de los flavonoides, que son diferentes a los de la passiflora.

Valeriana

El equivalente nativo de la valeriana europea, cuyos efectos han sido comprobados, es la Valeriana pronophylla, que crece en Quiché.

Cáceres destaca que hay otras hierbas que ni siquiera pertenecen al mismo género, a las cuales popularmente se les denomina valerianas, y de las que incluso se emplean sólo las raíces. Éstas son la Vetiveria zizanioides, un zacate que crece en Izabal; la Perezia nudicaulis, que se encuentra en Zacapa, y la Chaptalia nutans, en Mazatenango.

Richard Mabey, en el libro La nueva era de las hierbas, editorial Everest, señala que los principios activos de la valeriana son los valepotriatos, y que éstos son sedante en pacientes agitados y estimulantes en casos de fatiga.

También, es remedio excelente para la ansiedad, tensión nerviosa e insomnio, y se presta al tratamiento de cefaleas. Los valepotriatos son antiespasmódicos, y la valeriana es magnífico paliativo para la dispepsia nerviosa, calambres estomacales e intestino espástico o irritable. Otro uso eficaz es para contrarrestar calambres menstruales.

Otras opciones

El ingeniero Mario Véliz, jefe del Departamento de Botánica de la Escuela de Biología de la Universidad de San Carlos, indica que las flores y hojas del naranjo Citrus aurantium también se emplean para calmar estados de ansiedad. Otros recomiendan beber una taza de agua caliente endulzada con una o dos cucharaditas de miel, para tratar el insomnio.

Las hojas de chipilín (Crotalaria longiristrata) y las flores del Palo de pito (Erythrina berteroana), que en algunas regiones acostumbran cocinarlas en caldo de frijol, también inducen al sueño, dice el ingeniero Francisco Vásquez.

El anís (Pimpinella anisum), hierba dulce de la cual se emplean las semillas, se dá en infusión sobre todo a los niños, porque alivia la indigestión, la flatulencia y los cólicos, trastornos que en su mayoría ocasionan la intranquilidad en los pequeños.

Además, por su acción relajante y expectorante, es propio para tratar toses rebeldes. Por el anetol y otros componentes de la esencia volátil, que son insecticidas, el lavado con agua de anís elimina los piojos, indica Richard Mabey. Ésta es la única infusión recomendada para darle a los niños, en especial a los menores de 9 años.

Por último, el agua de hojas de lechuga (Lactuca sativa) y el té de Melisa (Melissa officinalis) se aconsejan para personas nerviosas.

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